CARGANDO

Buscar...

AEA DebateCalmarEdu Voz profesionales de Referencia

«Los objetivos del Desarrollo Sostenible podrían servir de aval epistemológico desde el que redefinir el amplio y excesivo currículum»

#CalmarEdu nº 59. La presentación del aprendizaje competencial como un aprendizaje superficial o subordinado al mercado suele ser una muestra de ignorancia maliciosa, que desatiende el potencial educativo de las competencias.

Dejar la noción de competencias en manos de la empresa, es renunciar al enorme potencial que atesoran para repensar la educación

(Perrenoud, 2008)

 

Introducción

Empezaremos por recordar la aportación de un conocido catedrático de la Educación en España, que allá por los años álgidos del debate competencial, exclamó alarmado:

“¿Quién es la Unión Europea para recomendar enfoques competenciales?”

Y terminó rematando:

“Yo no tengo por qué leer documentos internacionales sobre el tema. Ya sé de qué va esto.”

Al anónimo le faltó “que inventen ellos”, pero se acercó peligrosamente. Sus grandes frases vinieron acompañadas de las descalificaciones habituales al mercado, la OCDE y Proyecto DESECO, como motores contaminantes del discurso al que se plegaba la Unión Europea. Sobre el asunto debatimos abiertamente con variados profesionales de nuestro entorno, en aquellos años de la década pasada. Los que vivimos aquellos tiempos como una oportunidad más, para reescribir las claves del aprendizaje nos esforzamos por encontrarle un sentido diferente. Nuestro trabajo se dirigió a aprovechar la oportunidad creada para aumentar las oportunidades de aprendizaje y mejorar los resultados de todos y cada uno de los aprendices. De la mano de Perrenoud, P.; Salganik L. H., y de Bernstein B., entre otros, junto a más de 1000 centros innovadores, desglosamos las propuestas de los cinco niveles de integración curricular de las competencias, de la fuerza del trabajo por tareas, del énfasis en las metodologías activas, y la evaluación por desempeños prácticos. Tuvimos claros aciertos, y cometimos reconocidos errores que ayudan a mejorar nuestros nuevos planes.

2.-La fuerza de la conceptualización social de las competencias, en oposición a la lógica económica

Quienes trabajamos la propuesta competencial y favorecimos el debate y la innovación abordamos el concepto y las teorías que permitían definir enfoques diversos, dialogamos con otros liderazgos críticos al discurso y centramos la discusión en las dos lógicas que sustentaban la polémica. La lógica económica y la lógica social. “No cabe duda, manifestábamos, que para aquellos que reconceptualizan la propuesta desde la lógica social el término aparezca vinculado a una perspectiva democrática del desarrollo social, mientras que los alineados con la lógica económica hacen que el término aparezca asociado a una nueva visión del capital humano” (Moya J, y Luengo F., 2011). Como manifestábamos entonces, para muchas personas el supuesto origen económico y laboral de las competencias, hacía sospechoso cualquier intento de reconceptualización ya que lo vinculaban -y siguen vinculando- a las políticas neoliberales que subordinan la educación a las demandas del mercado y la gestión de los recursos humanos.

A partir de estos debates llegamos a descifrar diferentes modos de encarar la polémica entre compañeros que sí coincidieron en otras batallas, como José Gimeno y Angel Pérez (2008), si bien ahora, al desarrollar el enfoque sobre competencias, se distanciaban en función de la reconceptualización en la que fijaban su posición. Por nuestra parte, hicimos un gran esfuerzo, primero por mostrar de la mano de Perrenoud (2002) que la confluencia entre las dos corrientes ideológicas (mundo laboral y currículo orientado a competencias) usaban el mismo término, pero con conceptualizaciones y perspectivas distintas. Por resumir (el debate fue extenso y puede consultarse en nuestras referencias bibliográficas), con Perrenoud propusimos que fueran los historiadores quienes dijeran, pasado el tiempo, qué lógica había impuesto su jerarquía. Y nos pusimos manos a la obra, en medio de una convulsa etapa a la que se asomaba la mayor crisis económica, después social y educativa, de nuestra democracia.

El trabajo realizado nos permite ahora analizar con los profesionales de la educación, una visión desarrollada de la lógica social enunciada. Esta apuesta nos llevó a orientar la enseñanza al desarrollo de habilidades complejas, que permitieran adaptar los conocimientos a entornos variables, a la solución de tareas relevantes para la vida. Un paseo en el que era posible integrar objetivos, contenidos y criterios de evaluación, acompañados de metodologías activas y reflexiones prácticas sobre sus desempeños. Desde aquel momento, apostamos por defender el concepto desde la lógica social y su desarrollo, a través de experiencias de reflexión e investigación junto a los centros. Primero de forma autónoma en lugares como Huelva y Zaragoza, acompañados de más de 300 centros, y después, tras la necesidad de la Administración central por dar una respuesta -ya tardía por hacerlo en 2010, a cuatro años de haber aprobado la LOE-, ubicados en los pasillos del propio MECD, exactamente en el centro de Innovación e Investigación, CNIIE, tras una selección avalada por los avances mostrados por Internet en las plataformas de las Delegaciones de Zaragoza y Huelva.

Al MECD llegamos invitados con la tarea muy desarrollada, y allí pudimos extender la experiencia COMBAS desde 2010 a 2014, dando a la luz una Guía para la formación en competencias que puede servir de referencia, logrando superar incluso cambios de gobierno, apoyados por redes internacionales como la de keyconet, profesionales integradores desde distintas opciones políticas, y el aval de las 15 CCAA integradas con sus centro pioneros. Sobre el desarrollo de la experiencia, sus logros y debilidades, ya nos hemos manifestado en publicaciones conocidas y nuestra habitual web (www.proyectoatlantida.eu). Los planes y proyectos desarrollados han permitido describir y sumar una nueva etapa al debate curricular en España, y en esta ocasión la lógica social llegó a las normativas al menos formales de nuestras administraciones. Las contradicciones generadas por las normativas, la LOE debido especialmente a su timorata puesta en escena, y especialmente la LOMCE con sus graves contradicciones y desajustes, han sumado confusión y desaliento al complejo momento educativo que vivimos. A nosotros nos cabe reconocer que hemos aprendido para la mejora, y estamos preparados para aportar experiencia en la actualización del debate, y las nuevas oportunidades, que volverán a presentarse. Estamos convencidos de que una nueva Ley de Bases, rescatará el reto.

3.-¿Y ahora qué? Nueva apuesta del Parlamento Europeo.

En su día enfatizamos la diversa y plural aportación realizada desde organismos internacionales, que superaban la relevancia de la OCDE y el Informe DESECO. Nos alineamos con apuestas sociales como las descritas y nos hicimos eco de las recomendaciones de la Unión Europea (2006). Pero todo indica que el reto continúa.

Hace escasos meses hemos conocido en directo, participando en debates y comisiones, representados por especialistas como Javier Valle, la actualización de la Recomendación del parlamento europeo y del Consejo sobre el discurso de las Competencias Clave para el aprendizaje permanente. Es preciso hacer extensible la información, realizar lecturas compartidas entre organizaciones cercanas en el discurso, y estar conectados a enlaces como este.

La idea que desprende la información entregada es que se cierra el proceso de aprobación de las nuevas recomendaciones, que han sido estudiadas a través de las experiencias vividas, y en especial de la innovación recogida por la red keyconet que presentamos anteriormente. El Parlamento a través de la Comisión acaba de proponer para su aprobación, las nuevas recomendaciones, y avanza algunas ideas fuerza que ya estaban presentes en las Recomendaciones que se dieron a conocer en 2006 (https://ec.europa.eu/education/consultations/lifelong-learning-key-competences-2017_en)

A la espera de profundizar en estas nuevas orientaciones (preeminencia de desempeños tecnológicos, rescate de valores culturales e interculturales, alfabetización de diferentes modos de comunicación…), cabe concluir que el proceso continúa. Las competencias ya conocidas quedan matizadas y reforzadas, y los estados miembros deberán ir describiendo el grado de desarrollo que las recomendaciones han logrado conseguir en cada sistema educativo. Todo anuncia una nueva fase de profundización a la que habrá que responder con nuevas normativas y experiencias basadas en la innovación e investigación.

Para terminar, presentaremos el nuevo reto que la experiencia vivida en los últimos intentos ha dejado al descubierto. Definir un nuevo modelo del CÓMO puede favorecerse el cambio, ha sido posible gracias a la propuesta competencial, pero cómo al fin mejorar el QUÉ del currículum necesario, o sea cómo adelgazar la interminable cantidad de elementos (objetivos, contenidos, criterios y ahora competencias como elemento integrador) nos obliga a encarar este nuevo reto. Pero, ¿quién se atreve a liderar y validar el trabajo de hacer más amable y asequible el currículum prescrito? ¿Qué sobra, qué se añade, y por qué? Como advierte el experto José Moya, puede que una nueva oportunidad se nos esté brindando y estemos demasiado ofuscados para atenderla. El enfoque del aprendizaje y las nuevas recomendaciones, como gran iniciativa de la ONU, se centra en la adaptación curricular de los países firmantes a los objetivos del Desarrollo Sostenible (lo que se denomina Agenda 30), la propuesta podría servir de aval epistemológico desde el que redefinir el amplio y excesivo currículum, que desde la LGE, 1970, hasta la LOMCE, 2013, no hizo sino sumar elementos curriculares, sin tener en cuenta el nuevo tiempo educativo, social, y económico de esta sociedad en permanente cambio. Esta vez es la ONU, con la voz ampliada de la UNESCO, quien alerta y orienta la adaptación curricular de los países firmantes, España entre ellos. A ver si en esta ocasión, la lógica económica no cobra la fuerza del pasado, y es la lógica social, tan presente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, enfocados a la defensa de un planeta en seria crisis, quien impone su jerarquía, acompañados, no lo olvidamos, por la continuidad del enfoque competencial. Consultar: http://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals.html

Nosotros, como entonces, ya hemos empezado el trabajo de investigación. En esta ocasión deseamos coordinar la iniciativa con organizaciones que compartan variables cercanas del cambio, y de centros pioneros que ejemplifiquen los modelos alternativos. Una vez más MEFP, CCAA, grupos de innovación, y toda la comunidad educativa podrían estar más cercanos y coordinados en la búsqueda. No renunciamos al necesario Acuerdo Educativo, en punto muerto hace meses. Una nueva red de centros, y plataformas cívicas deberán hacerse eco de los avances conseguidos en otros contextos, y podría facilitar avances sobre las claves comunes del Acuerdo que necesitamos.

Referencias bibliográficas:

Berstein, B (1993): La estructura del discurso pedagógico.Morata, Madrid

– (1998): Pedagogia, control simbólico e identidad. Morata. Madrid

Bolivar A.; Luengo F.; Moya J. (eds) (2007): Las competencias básicas, cultura imprescindible de la ciudadanía. Carpeta “Construyendo Ciudadanía”. Madrid. Proyecto Atlántida

Coll, C.; Martín E. (2006): Vigencia del debate curricular. Aprendizajes básicos, competencias y estándares. Santiago de Chile. Segunda Reunión Intergubernamental de PRELAC.

Comisión de las comunidades europeas (2006): Recomendación del Parlamente europeo y del Consejo sobre competencias clave para el aprendizaje permanente.<eurlex.europa.eu>

Gimeno, J (2008): Educar en competencias, ¿qué hay de nuevo? Madrid.Morata

Moya J.; Luengo F. (coords) (2011): Teoria y práctica de las competencias basicas. Graó, Barcelona.

Moya J.; Luengo F. (coords) (2017): Mejoras educativas en España. Anaya, Madrid

Pérez Gómez A. (2006): La naturaleza de las competencias básicas y sus aplicaciones pedagógicas. Santander. Gobierno de Cantabria. Consejería de Educación.

Perrenoud, P. (2008): Construir competencias desde la escuela. J. C. Sáez Editor. Santiago de Chile

Rychen, D.S.; Salganik L.H. (2004): Definir y seleccionar las competencias fundamentales para la vida. México. FCE.

Salganik L.H. (2006): Las competencias clave para el bienestar personal, social y económico. Málaga. Ediciones Algibe

Florencio Luengo: Coordinador general del Proyecto Atlántida

Aquí puedes leer las 101 propuestas y otros artículos como este. Este artículo forma parte de la reflexión conjunta del proceso Calmar la Educación. Seguiremos publicando otras opiniones de personas relevantes del mundo educativo. Queremos generar un espacio de debate plural y abierto a todas las personas interesadas en la transformación educativa.
Etiquetas

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.