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Evaluar para la bondad y la libertad. #LoquePISAnove

Mesa 1: Evaluar para la bondad y la libertad
Mediación: María Rodríguez Moneo y Jesús Joven

A menudo se nos presenta la dicotomía de educar en valores o para la ciudadanía con el hecho de educar para el conocimiento, como si ambos conceptos fuesen excluyentes. El segundo confiere a la escuela la posibilidad de juzgar, de evaluar; mientras que el primero se identifica con preparar a la persona para el ejercicio de la libertad y también, con el deseo de formar buenas personas y ciudadanos comprometidos. Plantearnos estas cuestiones del mundo de la ética tiene una enorme complejidad y se ve acompañado de numerosas dudas acerca de cómo adquirir los valores de bondad y libertad, si estos conceptos son propiedad de la escuela, cómo puede evaluarlos y también, sobre quién es el encargado de definirlos

En general, es compartido por los distintos miembros de la comunidad educativa el hecho de que hay que educar para que los alumnos sean autónomos (libres) y críticos, a pesar de que, con frecuencia, la sociedad les muestra el lado más egoísta e interesado de la vida. Por esto es tan necesario educar teniendo en cuenta estas cuestiones, porque esa educación que va más allá del currículo de las materias les hace más libres y les permite distinguir y apreciar los valores que deben guiar sus actos. Nos encontramos así con una idea que no es nueva: educar a la persona de forma integral y no solo en materias o ámbitos de conocimiento que viene acompañada a su vez, de la pregunta sobre cómo evaluar más allá del conocimiento. Quizás para ello, sea necesario permitir al alumno que participe en el proceso de evaluación y que él mismo sea capaz de autoevaluarse. De esta manera, se le hace partícipe y se le compromete con su proceso de aprendizaje, pero no es fácil evaluar a la persona y no solo la materia, ni lo es tampoco permitir que el alumno participe en el proceso de evaluación. No tenemos estándares para evaluar la adquisición de la bondad y la libertad, entre otros, y las competencias no parece que sean la herramienta suficiente para ello. Parece claro que es necesario cambiar el objeto de la evaluación, y de la educación en general, en favor de la persona. Para ello, deberíamos ser capaces de alcanzar el consenso que nos permita ponernos de acuerdo en lo que entendemos por un ciudadano libre y bueno en una sociedad de futuro incierto como es la nuestra y deberíamos ponernos de acuerdo también, en el proceso de aprendizaje y evaluación de valores como los señalados. 

Pero, ¿qué papel juegan las familias en todo esto? Ellas son agentes educativos muy poderosos y en este momento muestran enormes dificultades para alinearse con el trabajo que se realiza en los colegios. Preocupa enormemente cómo implicar a las familias en un proceso formativo que transmita los valores mencionados y forme además a sus hijos e hijas en el compromiso, la actitud crítica y la toma de decisiones responsables. Es necesario, además, que esa adquisición de valores sea real, que sean interiorizados, es decir, adoptados como propios. 

Por último, es importante señalar que la escuela debiera ser capaz de crear ambientes democráticos y de equidad donde la inclusión real fuese posible y donde valores como el compañerismo, ser buen ciudadano, guiarse por el sentido ético en la vida, etc., estén presentes y donde la propia evaluación garantice la equidad y no se convierta en un instrumento de poder. No hay ninguna duda de que el mundo de los valores, pero también el de las emociones y los sentimientos, deben estar presentes en los colegios, de ahí que cobre especial importancia el ámbito del desarrollo personal, la inteligencia emocional y, en general, la educación en los aspectos más humanos y personales del sujeto porque sin ellos se estará educando exclusivamente en la parte racional del ser humano y perderemos de vista aquellos otros sin los cuales no seríamos humanos.

Este post es consecuencia de las reflexiones y preguntas surgidas en la jornada «Lo que PISA no ve», organizado por la Asociación Educación Abierta en el marco del proceso «Todos Educamos». Pincha aquí si quieres ver más posts como este.

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