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«Potenciar el papel de los centros educativos como puntos de encuentro vertebradores del ecosistema local.»

#CalmarEdu nº24. Los centros educativos son nodos de aprendizaje para una comunidad y espacios abiertos de socialización.

Con el reciente centenario del nacimiento de Nelson Mandela, recordamos alguna de las reflexiones que nos dejó como legado: “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”.

Este pequeño tributo a la impronta de su figura en nuestra sociedad, es una verbalización muy explícita de reflexiones que quizás con mayor carga técnica y sin duda menos inspiradora nos deja la Macroeconomía. Disciplina que pone la educación de una sociedad como uno de los activos fundamentales que determina la capacidad de generación de riqueza y bienestar de la sociedad.

Como sociedad hemos alcanzado niveles de conocimiento y habilidades individuales sin precedentes, con ello ganado consciencia de nuestras carencias y limitaciones, así como de la relevancia del enriquecimiento mutuo y del valor del aprendizaje social. De la misma manera, hemos alcanzado un acceso democrático a medios técnicos extraordinariamente habilitantes, y con éstos a fuentes de información y recursos ubicuos, y la capacidad de comunicarnos y compartir información de forma extraordinariamente ágil.

Resulta paradójico que, ante esta realidad, renunciemos a participar de forma activa del desarrollo personal propio, de nuestro entorno y especialmente de las futuras generaciones productivas.

Revisitemos el apasionante punto en el que nos encontramos.

Introducción

De forma previa, y a riesgo de frivolizar y trivializar los modelos educativos, podríamos simplificar tres niveles de transmisión de conocimiento según la intensidad y participación de éste, en tres niveles:

Instrucción: Transmisión de información.

Formación: Transmisión y adopción de conocimiento.

Educación: Interiorización de conocimiento, a menudo caracterizado por adopción de conocimiento no explícito, adquirido por la participación, experimentación, interacción social e imitación de comportamiento y modelos que vemos en nuestro entorno (aprendizaje social).

El hecho de que como sociedad, consideremos el estadio más enriquecedor del aprendizaje como proceso cognitivo con gran componente de contexto social y de aprendizaje conductual, reafirma la paradoja de la liviana involucración de la sociedad en los procesos de educación social en torno a los centros educativos.

Momento social

Vivimos unos momentos entusiasmantes en los que se ha alcanzado una situación singular de madurez social y tecnológica extraordinaria.

Momentos en los que los ciudadanos hemos alcanzado (de forma no uniforme) niveles de conocimiento y experiencias personales y profesionales extraordinariamente ricos.

Momentos en los que la evolución y madurez tecnológica, así como la democratización de su acceso (e.g. acceso ubicuo a soluciones online) y la socialización de su uso (e.g. redes sociales, plataformas online, video comunicación …) nos brindan nuevos conceptos y límites de relación.

Momentos en los que en parte gracias a la movilidad de las personas, en parte al acceso que nos brindan las redes sociales, volvemos a ganar consciencia de la relevancia de actuar como miembros de una/s comunidad/es con intereses afines y de la que nos sentimos parte.

Concentración de talento

A nivel global estamos presenciando cómo de forma natural se establecen hubs de concentración de talento en temáticas específicas y cómo a partir de esta natural concentración se produce una espiral constructiva de desarrollo de esa temática de actividad (notables ejemplos suceden en áreas como Silicon Valley, Boston, Oulu, Tel Aviv, Shenzen, ….).

Esta concentración de talento genera anomalías y singularidades habilitando que estos hubs se conviertan en referencia de peso internacional, y a la par retroalimentando el desarrollo de talento, de conocimiento y liderazgo mundial en esas disciplinas.

Este fenómeno de no deja de ser un ejemplo aplicado del efecto constructivo y enriquecedor de la concentración de talento (en un entorno propicio por la concentración adicional de recursos de capital, mercado receptivo al talento e innovación, acceso a recursos tecnológicos, …).

En cualquier caso, un ejemplo explícito del potencial transformador y de enriquecimiento del colectivo frente a la individualidad.

Esta realidad que nos resulta de ardiente actualidad, se ha vivido desde los albores de la sociedad en diferentes ámbitos de la vida, en diferente grado de participación de estratos sociales, nivel de intensidad e impacto (desde las boulés griegas, sanedrines hebreos, o más recientemente la concentración de talento artístico e intelectual en la Italia renacentista, grupos de catequesis religiosos, los actuales congresos científicos, los habituales grupos alumni de escuelas de negocio, … ). Una relación de evidencias empíricas del desarrollo de conocimiento y habilidades humanas y profesionales fruto del compartir y crecer en base a experiencias y puntos de vista ajenos.

Centros educativos como hubs de talento y conocimiento de la sociedad

Ante este escenario es oportuno considerar los centros educativos como potenciales hubs de conocimiento y habilidades vertebradores del desarrollo de competencias a través de la participación de los miembros de su ecosistema.

Una participación activa, promovida, dinamizada y coordinada por el propio centro en la que participen los alumnos, profesores, trabajadores del centro, proveedores, padres y exalumnos. Dirigida y canalizada por profesores como profesionales de la pedagogía y aprendizaje.

Un contexto en el que estos miembros del ecosistema puedan compartir su conocimiento formal y experiencial, su conocimiento estructurado y sus habilidades.

Un contexto donde podamos compartir experiencias vitales, que no solo ayuden a las futuras generaciones laborales a un mayor desarrollo integral como personas, sino que el resto de los miembros del ecosistema, puedan seguir creciendo a nivel personal.

Un enriquecimiento al que los miembros del ecosistema llegarán, a través del proceso de introspección para extraer las lecciones profesionales y vitales a compartir, y a partir de conocer de primera mano, las de sus pares.

Un enriquecimiento basado en compartir de forma directa y personal una serie de vivencias que facilite la comunicación y compartición de éstas. A través de breves ponencias, debates, grupos de trabajo, material documental, … fomentando la participación presencial, pero sin renunciar al poder que ofrecen las tecnologías, para retransmitirlo de forma extendida, y poder guardarlo a modo de repositorio documental.

En definitiva, contemplar los centros educativos como plataforma, como ecosistema de desarrollo personal que realce su papel como verdaderos centros educativos, no centros instructivos o formativos.

Una herramienta para que los ciudadanos participemos de un enriquecimiento recíproco, pero especialmente que participemos de forma activa del desarrollo educativo y personal de los futuros integrantes de la sociedad productiva. Una herramienta para que puedan aprender de las experiencias de los miembros de su comunidad, de sus vivencias, de su actitud del compromiso y participación activa en el desarrollo responsable de la sociedad a la que pertenecen.

Una herramienta para potenciar ese aprendizaje contextual y social en favor de las nuevas generaciones, a partir de compartir nuestro conocimiento, habilidades, experiencias, vivencias y forma de entender retos personales y profesionales desde la madurez a la que nos ha expuesto la vida.

Red de centros educativos como red de desarrollo sistémico

Este modelo de agregación de valor en torno a centros educativos gana un valor y una relevancia singular cuando estos se conectan y comparten repositorio de experiencias y valor.

Recordemos que el valor de una red es proporcional al cuadrado de los integrantes de dicha red (de acuerdo con los planteamientos de Robert Metcalf).

Este modelo de conexión e integración en red los diferentes centros educativos, potencia el valor de cada uno de ellos, convirtiendo su valor en un aspecto de valor sistémico que trasciende el entorno de influencia directa de un centro educativo, haciéndolo extensivo a toda la sociedad.

Conclusión

El cuerpo de profesores tiene un papel clave y fundamental en el desarrollo de competencias y habilidades de las futuras generaciones, pero la participación activa de los miembros de la sociedad en la educación de los futuros integrantes de la sociedad productiva, abre una puerta a su desarrollo personal desde una perspectiva rica e integral.

Potenciar el papel de los centros educativos como puntos de encuentro vertebradores del ecosistema local, puede y debe convertirse en una herramienta para maximizar el desarrollo personal de los miembros de la sociedad, especialmente de los sus futuros miembros activos, nuestros chavales.

Fernando San Martín:  Ingeniero Industrial. Master Executive MBA por IE. Doctorando en Gestión de Innovación y Política Tecnológica. 21 años de experiencia en consultoría estratégica, de innovación tecnológica y de negocio, transformación digital, creación de nuevos negocios, crecimiento internacional y creación de ecosistemas de innovación. Ha brindado apoyo tanto a gobiernos (EC, Ministerio de Industria, Red.es, SPRI, ACCIO, Ayto Madrid, ADE, entre otros) como a corporaciones (Telefónica, Santander, Banesto, BBVA, ….), en sus procesos de definición de estrategias/políticas, acciones de desarrollo tecnológico y de innovación. Ha ocupado diferentes cargos directivos y ejecutivos en grupos empresariales como Innovalia o Barrabes. De forma complementaria fundó Bamboo Seed Capital. Actualmente dirige la startup BTwinBoooks.

Recientemente ha publicado el libro “La Transformación Digital de la Economía” para dar soporte a gobiernos para el impulso de nuevos sectores de actividad económica. Y el manual: “METODOLOGÍA DE CRECIMIENTO Y CONSOLIDACIÓN: 35 Palancas para el crecimiento corporativo”. Metodología para escaldo rápido de empresas intensivas en conocimiento.

Aquí puedes leer las 101 propuestas y otros artículos como este. Este artículo forma parte de la reflexión conjunta del proceso Calmar la Educación. Seguiremos publicando otras opiniones de personas relevantes del mundo educativo. Queremos generar un espacio de debate plural y abierto a todas las personas interesadas en la transformación educativa.
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