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AEA Entrevistas a directores

«Incluir es ser un equipo», Entrevista con Elvira Fernández Pena, coordinadora del proyecto «O patio que soñaMOS», del CEIP Mestre Martínez Alonso

Hablamos con Elvira Fernández Pena, coordinadora del proyecto «O patio que soñaMOS», del CEIP Mestre Martínez Alonso (Mos, Pontevedra). La entrevista se enmarca en el proyecto #Profesionales, con el que queremos visibilizar la transformación que está teniendo lugar en muchos centros educativos. Esperamos que os guste.

1. Muchas gracias por atendernos. ¿Podrías describirnos las principales características del colegio? ¿Cómo describirías el contexto y el entorno del centro?

El CEIP Mestre Martínez Alonso es un centro de titularidad pública situado en la parroquia de Mos, concello pontevedrés cercano a la ciudad olívica. El hecho de estar situado en un ambiente rural sin un núcleo urbano, hace que tanto nuestro centro educativo como otros del entorno se conviertan en lugares sociales, de relación, de convivencia entre los miembros de las comunidades educativas.

Las relaciones humanas se tornan familiares y sin necesidad de insistencia por parte del profesorado, el lugar ha sido determinante a la hora de establecer el ideario del centro, enfocado en pilares fundamentales como son la convivencia, la inclusión o la coeducación.

2. Resume, por favor, el proyecto educativo de tu centro. ¿Cuáles son los elementos diferenciales que destacarías? ¿Qué valores defiende de manera especial vuestro proyecto educativo y cómo los integra?

Desde hace unos años, nuestra experiencia y nuestras vivencias han marcado un poco el rumbo del proyecto educativo, que siempre ha estado enfocado a la atención de las necesidades de nuestro alumnado. Al haber sido centro preferente en la escolarización de alumnado con diversidad motórica y siendo en la actualidad un centro preferente de escolarización de alumnado TEA (Trastorno del Espectro Autista), el modelo inclusivo ha sido y es, uno de los ejes centrales de nuestro proyecto educativo

Además, nuestro compromiso con una formación del profesorado de calidad y eficaz, que transforme y que sea útil para con nuestra práctica docente, nos ha impulsado a la gestión de mejoras relacionadas con la convivencia escolar, la dinamización de la biblioteca como lugar de encuentro y cultura, la coeducación de un modo transversal y protagonista del aprendizaje, el fomento de la educación emocional, la relación con la comunidad educativa, etc.

3. “La cooperación es la convicción plena de que nadie puede llegar a la meta si no llegamos todos” es el lema de vuestro colegio. ¿Cómo favorecéis la atención individualizada a los ritmos y formas de aprendizaje del alumnado? ¿Cuáles son, en tu opinión, las claves para conseguir una escuela inclusiva?

En la actualidad, y por suerte, hay muchísimos maravillosos docentes que trabajan de un modo inclusivo favoreciendo la educación individualizada y el aprendizaje universal. Pero estos docentes, en muchas ocasiones, trabajan en la soledad de las aulas. Este lema de Virginia Burden no solamente aplica a nuestro alumnado, también a nosotros como docentes, pues consideramos que solo tomando medidas globales en las que todo el profesorado está implicado, es que se puede empezar a hablar de inclusión con mayúsculas.

«De nada valdría intentar ser inclusivo en mi aula, dejando a mi compañero fuera del equipo, incluir me habla de sociedad, no de segmentos. Incluir es ser un equipo.«

En mi centro educativo, que no es ni mejor ni peor que otros, el mayor valor que yo haya presenciado, es sin duda, la coordinación docente. Entre las parejas pedagógicas, entre el Equipo de Orientación, entre todo el profesorado a la hora de tomar pautas comunes e incluso ahora mismo, en medio de esta pandemia. 

Actividades globales en las que se implica no solo a todo el alumnado, sino a toda la comunidad educativa, también me parecen fundamentales a la hora de trabajar en clave inclusiva; mostrando una ideología compartida y un trabajo común, donde cada individuo es importante.

4. Vuestro centro ha desarrollado el proyecto de patios inclusivos “O patio que soñamos”. ¿Qué características fundamentales debe tener un patio para ser inclusivo? ¿Cómo ha sido el proceso de adecuación del patio? ¿Cómo influye en la vida del centro?

Para que un patio sea inclusivo, esto en mi opinión, no debe “tener” en el sentido de posesión, sino ser. Puedes colocar ambientes, juguetes, rayuelas, rincones de juego y hasta un tiovivo si quieres; pero lo único que convierte a un patio en inclusivo es hacer accesible el juego a todos los niños y todas niñas, a todes les niñes sin diferencia. 

¡Ojo!, tener rayuelas y rincones de juego ayuda, especialmente a desarrollar patrones de juego que se desmarquen del clásico fútbol o de los típicos juegos violentos de correr y empujar para descargar adrenalina, tan típicos de los patios de Educación Primaria. Pero dar opciones no es incluir. Yo incluyo si hago accesible ese rincón, adelantando en las tutorías, o con los especialistas de PT y de AL, o incluso de música y de EF, las dinámicas de cada juego; si brindo material pictografiado o visual con LSE; si atiendo al niño o a la niña que está perdido, solitario, apartado y le enseño a jugar y a relacionarse; si procuro que el patio sea un lugar para ser felices, no para adornar.

El proceso de nuestro centro parece que nunca va a estar acabado y de eso de trata, de irlo mejorando cada poco. Comenzamos hace tres cursos escolares, primero con el diseño (tanto geográfico como estructural) y más tarde con la creación. Vamos haciendo mejoras y sentimos que cala un mensaje en nuestro alumnado que entiende que todos tenemos derecho a jugar, que jugar es necesario, que se puede convivir de manera pacífica a través del juego y del patio de recreo.

Nuestro alumnado conoce la importancia de este lugar que en nuestro centro es sagrado y habla en clave de inclusión, porque lo escucha y lo ha trabajado con esfuerzo y con ilusión.

5. ¿Cómo animáis a la participación de la comunidad educativa? ¿Cuál es el papel de las familias en el proyecto educativo? 

La implicación de las familias en proyectos como “O patio que soñaMOS” nos parece fundamental, pues de este modo, todo lo aprendido se comparte con los hogares y mantiene una trascendencia que va más allá de lo puramente académico.

Organizamos jornadas de convivencia en las que las familias participan activamente. En el caso del patio, jamás lo hubiésemos logrado sin su dedicación, esfuerzo y confianza en el proyecto. Nos han ayudado muchísimo, pero más todavía valoramos cómo nuestras relaciones han cambiado desde que colaboramos más estrechamente.

Para llegar a esa meta tenemos claro que había que contar con las familias, y en muchas ocasiones nos han sorprendido, emocionado y fascinado por su implicación con el centro.

6. ¿Qué otros planes y proyectos de convivencia estáis desarrollando? ¿Cómo valoráis sus resultados?

Dentro del trabajo de la convivencia del centro educativo, tenemos el Club de Convivencia, un organismo asambleario que trabaja para proponer mejoras en la convivencia escolar y la inclusión educativa. Está compuesto por los representantes: un alumno o una alumna por cada clase elegidos de manera democrática y por mayoría. Se reúnen una vez por semana para proponer mejoras en la convivencia del centro, impulsan actividades para garantizar la inclusión y tienen un carácter de participación asambleario, solidario e incluso reivindicativo, por momentos. Son la voz del colegio, un organismo de participación y representación de todos los alumnos. Además, tenemos al grupo de mediadores: alumnos y alumnas que median en los conflictos escolares. Ante la disminución progresiva de conflictos, han tomado el papel de dinamizadores del juego, animando a que nadie se quede sin jugar. Por último, los árbitros, que vigilan que el juego limpio sea la única opción en el terreno de juego del fútbol y otros deportes. 

Los resultados son palpables e ilusionantes: disminución de los conflictos, mejora de la convivencia, mejora de la inclusión, autoconfianza, creación de una imagen de centro, etc.

7. ¿Para qué se usa la tecnología en vuestro centro? ¿Qué proyectos desarrolláis en relación con ella?

La tecnología está muy enfocada en el trabajo con el alumnado de necesidades educativas, pero está presente en todas las aulas de manera rutinaria. Su empleo es muy heterogéneo, y va desde las asambleas hasta su uso en proyectos más elaborados como “XX Soles”, un proyecto de prensa digital en 6º de Primaria. 

Hacemos mucho uso del blog escolar y fomentamos el uso de tabletas y pizarras digitales para integrar la competencia digital en las aulas.

8. ¿Qué importancia tiene en vuestro centro las competencias artística y emocional? ¿Las desarrolláis de alguna manera específica?

La competencia emocional se ha ido desarrollando paulatinamente desde los últimos cinco años aproximadamente. La hemos impulsado gracias a Proyectos de Formación Permanente del Profesorado en colaboración con el CFR de Vigo. Están desarrolladas en todas las aulas mediante criterios comunes y mediante la creación de espacios específicos para su desarrollo: rincones de mediación, rincones de la calma, lugares para la expresión de las emociones, etc. 

En cuanto a la competencia artística, esta siempre está presente de un modo muy global. Al trabajar desde Proyectos Documentales Integrados, que en su mayor parte han sido artísticos (la música, la pintura, diferentes figuras literarias), esta competencia se ha trabajado de un modo transversal, y no únicamente desde el aula de música, por ejemplo.

9. ¿Qué actuaciones específicas realiza el centro para escuchar a sus alumnos?

Como antes comentaba, el Club de Convivencia se ha creado para este propósito, y puedo decir bien orgullosa, que nuestro alumnado no solamente no se calla, sino que se pronuncia bien alto. La participación del alumnado y de las familias en el día a día escolar y en la toma de decisiones importantes, nos parece fundamental.

10. ¿Qué otros proyectos o acciones tenéis previsto realizar próximamente? ¿Qué ámbitos de mejora, qué experiencia os ha gustado que queráis implantar?

Ahora mismo nos estamos formando en lengua de signos española para poder llegar a nuestro alumnado sin habla y seguimos trabajando en las líneas de convivencia y coeducación. También estamos desarrollando actividades relacionadas con la mentalidad de crecimiento o la gamificación, entre otros.

11. ¿Cuál/es es el mayor desafío que ves en liderar un proyecto educativo de centro en estos tiempos que corren? y ¿Cuál es el mayor desafío que tenemos como sociedad en la tarea de educar a nuestros niños y jóvenes?

Bueno, por suerte yo no tengo que liderar el proyecto educativo de mi centro, lo cual me parece una tarea sumamente difícil, pues es un centro muy diverso en alumnado, profesorado, familias, etc. Nuestro director hace que parezca fácil esta tarea, aunque soy totalmente consciente de que no lo es. 

Para mí el mayor desafío de ser un líder educativo en estos momentos, es poder llegar a todo el alumnado de un modo equitativo y profesional. No hay más que darse cuenta de cómo ha evolucionado el sistema educativo durante esta pandemia para darnos cuenta de que más allá de uso de las TICs, la gestión de todo el alumnado independientemente de sus necesidades personales, es el reto del futuro. 

Me resulta, sin duda alguna, la inclusión, el mayor desafío social del momento, así como el mayor reto educativo. Y me gustaría añadir, además, que no hay palabra que me motive más a nivel profesional, con relación al aprendizaje, que la palabra desafío. Porque esto es aprender: un desafío personal con uno mismo, un desafío a la costumbre y a lo que nos venga dado, un desafío a las injusticias sociales y a la construcción de una nueva sociedad. El desafío nos empuja a crecer, a dar la mejor versión de nosotros mismos, a vivir el presente, a la aventura y a la ocasión, a la oportunidad. No hay un mayor desafío para el que quiere educar, el desafío es la respuesta.

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