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AEA Entrevistas a directores Voz Centros Educativos

«Cuando los alumnos de un grupo colaboran entre sí, los resultados de cada individualidad mejoran», Entrevista con Cristina Caballero Mondéjar, directora del IES El Arenal de Sevilla

Hablamos con Cristina Caballero Mondéjar, directora del IES El Arenal de Sevilla. La entrevista se enmarca en el proyecto #Profesionales, con el que queremos visibilizar la transformación que ya está teniendo lugar en muchos centros educativos. Esperemos que os guste

1.Resume, por favor, el proyecto educativo de tu centro. ¿Cuáles son los elementos diferenciales que destacarías? ¿Qué valores defiende de manera especial vuestro proyecto educativo y cómo los integra?

El Proyecto Educativo de nuestro centro es la consecuencia de un camino que iniciamos hace cinco años, cuando nos convertimos en un Instituto de Educación Secundaria en el que solo se impartía Formación Profesional. Esta circunstancia hizo que nos centráramos con más ahínco en la formación profesional, en sus problemas específicos y, por tanto en la búsqueda de soluciones específicas.

En el claustro de profesores, como en todo grupo social “no elegido”, encontramos una gran variedad de personalidades, de formas de sentir y de pensar. Creo que, a modo de factor diferenciador, hemos convertido esta heterogeneidad en un valor fundamental dado que coincidimos en lo verdaderamente importante: El amor por la educación de nuestro alumnado. 

Nuestro centro es pequeño (16 unidades, 35 profesores y unos 275 alumnos de media los últimos años). El perfil del alumnado –fundamentalmente en Formación Profesional Básica y Grado Medio-, a pesar de los esfuerzos por parte de todos en que la Formación Profesional sea tan opción como el Bachillerato o la Universidad, es de chicos y chicas que, en su mayoría, han escuchado demasiadas veces que no sirven para estudiar, así que, como solución a su “fracaso” o a su “incapacidad”, se les envía a la FP.

Ellos son nuestra misión, nuestro objetivo y nuestro punto de partida. Queremos que entiendan que todos tenemos algo que aportar a la sociedad. Titularán alumnos que, por las características de su ciclo formativo, en poco tiempo asumirán puestos de mucha responsabilidad, otros que estarán perfectamente capacitados para ejercer distintas profesiones con iniciativa y autonomía, pero también titularán otros que, simplemente, se han convertido en ciudadanos que han entendido cuál debe ser su aportación a la comunidad. En todos los casos, titularán personas que a partir de ese instante y, tras el proceso de enseñanza-aprendizaje, sabrán que son capaces de mucho más de lo que ellos mismos pensaban y de lo que el propio sistema educativo les había hecho creer

Todo ello viene acompañado de otros dos principios que ponemos en valor: La excelencia y el compromiso. Son valores que asumimos sin complejos porque parece que la excelencia se asocia a niveles académicos superiores para mentes privilegiadas, pero ya la RAE la define como “Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo”. ¡No excluye a la superior calidad del SER y del SABER HACER! Flaco favor les hacemos a los estudiantes si les hacemos creer que la mediocridad o la irresponsabilidad son aceptables en la sociedad en la que les ha tocado vivir. 

El hecho de que todo esto quede reflejado en nuestro Proyecto Educativo favorece que todo el profesorado y el PAS se vincule a esta línea de acción. Las programaciones curriculares, las actividades complementarias y extraescolares y los proyectos en los que nos embarcamos están inspirados en estos principios.

 2. Vuestro centro ha recibido este curso el Premio Especial Fundación Orange a la ‘Equidad Educativa’ en los Premios ‘Grandes Profes, Grandes Iniciativas’ 2018-2019, por el proyecto “@Ironartarenal”. ¿Podrías resumirnos en qué consiste el proyecto y cómo valoráis sus resultados?

El proyecto @ironartarenal es el soporte que nos ayuda y nos permite transmitir a nuestro alumnado los valores fundamentales en los que creemos. En resumen, ser buenos ciudadanos, buenas personas y buenos profesionales. Pensamos que esos tres valores van de la mano, son inseparables y se retroalimentan. Utilizamos el reciclado del acero para crear esculturas de metal. Dichos trabajos tienen tres objetivos: Ser expuestos de forma permanente en nuestro museo, ser vendidos directamente o ser sorteados. Para ello, el alumnado crea una “mini-empresa” ficticia que les ayudamos a gestionar, favoreciendo así mismo la auto-suficiencia y el emprendimiento.

El dinero recaudado se emplea para ayudar económicamente a distintas asociaciones no gubernamentales. Actualmente, las beneficiarias son la Asociación Síndrome de Williams España y la Asociación Corazón y Vida de Sevilla. 

Nuestro proyecto nació ante la necesidad de ofrecer una manera de motivar al alumnado de Formación Profesional Básica de Fabricación y Montaje. Se trataba de que aplicaran los elementos curriculares del módulo profesional de Soldadura de una manera más atractiva. Una vez que se consolidó el proyecto, ha sido incluido en el mismo, el alumnado de FPB de Electricidad y Electrónica, el del Ciclo Formativo de Grado Medio de Mecanizado y el de los Ciclos Formativos de Grado Superior de Proyectos de Edificación, Prevención de Riesgos Profesionales y Diseño en Fabricación Mecánica, que participa de forma diferente según sus competencias profesionales. 

Después de estos cuatro años, en los que el proyecto ha ido creciendo y consolidándose, creo que la valoración es muy positiva. Ciertamente aún nos quedan objetivos por conseguir, como la disminución del abandono temprano de las enseñanzas, que aunque ha disminuido, sigue existiendo. Creo que, en general, tenemos cierta resistencia a aceptar que se trata de un problema estructural inherente al perfil del alumnado de la Formación Profesional Básica, por lo que seguimos trabajando en ello. Otros objetivos sí que se han conseguido y se están consolidando, como la mejora de la autoestima del alumnado, el respeto por el trabajo de otros, el sentimiento de pertenencia a un colectivo, el aprovechamiento de las capacidades de cada alumno/a haciendo de la diferencia un valor, el desarrollo de la creatividad y la iniciativa y la visibilización de la propia Formación Profesional.

3. ¿Cómo describirías el contexto y el entorno del centro? ¿Cómo animáis a la participación de la comunidad educativa?

El Instituto está situado en la zona norte de Dos Hermanas. Una localidad a 15 km de Sevilla capital con una población de 133.168 habitantes en 2018. Su localización es muy buena, con conexiones por tren y autobuses urbanos y comarcales. 

El tejido empresarial industrial, dónde la mayoría de nuestro alumnado realiza la Formación en Centros de Trabajo, se encuentra dentro de la localidad pero alejado del centro educativo, principalmente concentrado en polígonos industriales. 

Existe una relación muy estrecha con los empresarios y responsables de Recursos Humanos. Gracias a esto conseguimos que el seguimiento de las prácticas del alumnado sea efectivo, dándonos la oportunidad de mejorar en nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje a partir de las valoraciones de los tutores laborales. 

Las relaciones con la Comunidad Educativa son buenas. Hace tres años abrimos el centro a los Colegios de Primaria, a los que se les ofrece una visita interactiva por nuestro museo @iroantarenal y aprovechamos para explicarles qué es la Formación Profesional y para qué sirve. Tenemos la certeza de que no se puede elegir lo que no se conoce, así que creemos importante ir sembrando la semilla desde edades tempranas. También realizamos jornadas de puertas abiertas para el alumnado de 4º de ESO perteneciente a Institutos de la localidad. Aún nos queda trabajo por hacer, porque siguen existiendo muchos prejuicios acerca de quiénes son los alumnos y alumnas que “deben” ir a la Formación Profesional, así que seguiremos insistiendo en ofertar este itinerario formativo a TODO el alumnado, de forma que la elección venga dada por intereses personales y/o vocacionales y no, únicamente, por otros condicionantes (familiares, sociales, cercanía, etc.) 

Al ser un centro de corta escolarización (normalmente dos cursos académicos) y unido a la mayoría de edad de gran parte del alumnado, la implicación directa de la familia es muy escasa. En los niveles de FPB y Ciclos Formativos de Grado Medio, dicha implicación es mayor, pero, por desgracia, no podemos considerar que haya una gran presencia de la familia. 

Hay eventos, como en el acto de graduación, a los que sí asisten y participan, pero lo hacen más de una manera lúdica y como forma de agradecer la profesionalización del alumnado.

4. ¿Qué importancia tiene en vuestro centro las competencias artística y emocional? ¿Las desarrolláis de alguna manera específica?

El proyecto @ironartarenal nos ha enseñado que la competencia artística es la herramienta más eficiente y poderosa para desarrollar las capacidad de autorrealización del alumnado de la Formación Profesional Básica. 

En el proceso de aprendizaje, no todos los alumnos consiguen alcanzar los objetivos curriculares de manera homogénea. Cuando esto ocurre, entre ellos, pueden llegar a diferenciarse por “niveles” e incluso “grupos” dentro del aula basados en criterios de capacidad pero, gracias a las esculturas y a la fabricación de objetos “en serie” dónde cada alumno aporta algo que es determinante para el producto final, se diluye la competencia para hacer necesaria la colaboración. 

Tenemos más que comprobado, constatado y evaluado que cuando los alumnos de un grupo colaboran entre sí, los resultados de cada individualidad mejoran. ¡Y esa es nuestra idea!. 

La equidad la entendemos como la necesidad de que cada persona tenga la oportunidad de encontrar su motivación, de descubrir sus capacidades, de desarrollarse como persona y de poner en valor sus aspiraciones independientemente de sus características personales o sociales. Todos y todas caben, todos y todas son válidos y todos y todas aportan. Promovemos y fomentamos el respeto a la diferencia e intentamos aprovechar esa diferencia como agente de enriquecimiento personal. 

En cuanto al nivel emocional, creo que la colaboración con asociaciones de utilidad pública, como son Corazón y Vida, Asociación Síndrome de Williams España, Amigos del Pueblo Saharaui o Médicos sin Fronteras, les permite conocer una realidad muy diferente a la que viven. Cuando estas asociaciones vienen al centro, y les explican qué hacen y por qué, y les transmiten la importancia de su colaboración, se les abre un nuevo campo en que pueden crecer. El concepto de buen ciudadano encuentra su aplicación práctica y hace que todo vaya tomando sentido. Dejamos de lado el tratar de forma individual la profesionalización, la colaboración, la motivación, el crecimiento personal, los valores, el arte, las emociones… Y comenzamos a integrar. El reconocerse como personas que tienen mucho que aportar a la sociedad es el paso inmediatamente anterior al aprendizaje. Este aprendizaje les llega a partir de las emociones, entre ellas, la de sentirse útiles y valorados socialmente. 

Uno de los instrumentos metodológicos que usamos para conseguir todo esto es la música. En nuestros talleres siempre hay música. Hemos comprobado que la música tiene la capacidad de aumentar la concentración y la atención. También se asocia al fomento de la autoestima. A través de ella mejoran los vínculos personales y se desarrollan habilidades sociales imprescindibles para su formación como futuros trabajadores. Aprenden a respetar los gustos de otros, descubren estilos desconocidos y se mejora el ambiente de trabajo. Hay que pensar que se trata de chicos y chicas en edades de cambios bruscos tanto en sus cuerpos como en sus mentes y de todos es sabido que la música es nexo de unión entre la población adolescente. Por otra parte, somos conscientes de que el empleo de la música adecuada en el momento adecuado fortalece las interconexiones neuronales y enfatiza las emociones, algo imprescindible para que se produzca el aprendizaje.

A este respecto estamos preparando un proyecto para el curso que viene, en el que el alumnado podrá compartir su música en espacios y tiempos comunes. 

5. ¿Cómo favorecéis el aprendizaje entre los profesores del centro?

Para nosotros la formación permanente es imprescindible y por eso ponemos especial empeño en que ésta se lleve a cabo a distintos niveles. 

En mi experiencia como profesora y como directiva del centro, he descubierto que el aprendizaje entre iguales es una herramienta poderosa de unión y crecimiento. Es por ello que una de las medidas que pusimos en marcha hace dos años, fue la rehabilitación de la Sala del Profesorado. Además de dos mesas grandes de trabajo, se habilitó una zona de sofás (todos reciclados) en los que se favorece la conversación, la discusión, la evaluación y el desarrollo de ideas innovadoras. Se trata de un espacio amplio y diáfano. Es frecuente ver en la sala pequeños grupos de tres o cuatro personas, creados de forma espontánea, aprendiendo herramientas ofimáticas, colaborando en la elaboración de programaciones curriculares de áreas ajenas a las propias, enseñando cómo diseñar cuadernos de evaluación, discutiendo metodologías… 

Otro nivel formativo es aquel que nos proporciona el Centro de Estudios del Profesorado, aunque debido a nuestra especialización es complicado que puedan responder a las todas las necesidades formativas que les presentamos cada año. Por supuesto, el equipo directivo siempre favorece la participación del profesorado en estas actividades, y al ser una dinámica muy asentada en el centro (la formación) no se originan conflictos por ello. Los grupos quedan atendidos, tanto por el profesorado de guardia como, en caso necesario, por profesores en horario de permanencia no lectivo. 

Igualmente, aprovechamos la formación ofrecida por Colegios Profesionales, Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, empresas privadas del sector, entre otros, ya que la competencia profesional del profesorado que se dedica a estos niveles de enseñanza ha de ser la mejor. 

También ponemos en marcha grupos de trabajo que se desarrollan en el centro, coordinados por un especialista en la materia de que se trate así como por los CEP y que facilitan la adquisición y desarrollo de competencias varias. 

En esta última etapa, estamos también centrados en dar al profesorado la oportunidad de formarse en países de la Unión Europea a través de los programas Erasmus+. Estancias de una semana en centros análogos, realizando un job-shadowing e implementando en nuestro centro aquellos procesos / procedimientos que mejoren la práctica docente. 

6. ¿Para qué se usa la tecnología en su centro? ¿Qué proyectos desarrolláis en relación con ella?

No desarrollamos ningún proyecto específico relacionado con la tecnología sino que esta forma parte intrínseca de las distintas especialidades que se cursan. La robótica, la automatización de sistemas, la impresión en 3D, los sistemas audio-visuales o el uso de la ofimática son ejemplos claros de la presencia tecnológica en nuestro centro.

7. ¿Es adecuado el currículum actual a las necesidades formativas de sus alumnos?

Como concepto general, creo que a día de hoy los currículums de la FP favorecen y permiten la profesionalización de nuestro alumnado, pero dicho esto, me gustaría hacer algunas matizaciones. 

1. Pongamos como ejemplo el campo de la Prevención de Riesgos Laborales. No parece lógico que en Andalucía se siga impartiendo un Ciclo Formativo LOGSE (F.P.E.G.S. Prevención de Riesgos Profesionales) para formar profesionales de este sector. Y no es cuestión de entrar en quién es responsable de ello, simplemente hay una realidad. La siniestralidad laboral en España, lejos de disminuir, aumenta cada año. La figura del prevencionista debería estar mucho más valorada. Y digo esto porque en el campo de la prevención, desde el año 2001 en que se diseñaron estas enseñanzas con el RD 1161/2001, ha llovido mucho y se ha avanzado mucho, pero poco o nada a nivel curricular. 

Nuestro alumnado titula con unas competencias muy altas debido al nivel del profesorado en sus respectivas disciplinas, pero es imprescindible que se actualicen los currículums para conseguir profesionales más modernizados y que colaboren de forma más eficiente en la implantación de la cultura preventiva para la reducción el número de accidentes laborales. El sector necesita de la adecuación normativa y del compromiso conjunto entre las administraciones, Universidad, centros de secundaria, sindicatos y empresarios. 

2. A veces el problema no es el currículum, sino la falta de medios humanos -a nivel competencial- y materiales. Los centros deben de estar dotados con todos los materiales, útiles y herramientas que legalmente están establecidos. A veces, desde los centros, tenemos la sensación de que la implantación de la FP Dual puede servir como excusa para paliar la falta de instalaciones. Además, creo que la administración educativa debería mejorar el sistema de adscripciones del profesorado a las distintas especialidades. Todo es muy complicado cuando encuentras a profesorado con titulación superior pero que no conoce la profesión que está enseñando (Ingeniero Informático -que nunca ha cambiado un enchufe- impartiendo módulos de Instalaciones eléctricas en la FPB). Y no hablo de falta de ganas, ni falta de empeño en aprender para poder enseñar, pero en niveles como FPB la autoridad en el aula/taller viene, en el 90% de los casos, avalada por el conocimiento. Si un alumno detecta que su profesor no sabe, éste tendrá muy difícil hacerse con el control del grupo-clase. Un hándicap añadido que sería fácilmente solucionable. 

En cualquier caso, nuestra mayor preocupación es preparar al alumnado para aprender, inculcarle los valores que marcarán su perfil como profesional, dotarlo de habilidades y herramientas suficientes para “defenderse” en los inicios de su vida laboral y que le permita el aprendizaje ya en su puesto de trabajo. Porque una cuestión muy importante es el punto de partida del alumnado e independientemente de lo adecuado y suficiente del currículum, no siempre están preparados para afrontarlo con éxito. Creo que el sistema de acceso a Ciclos Formativos de un grado superior sin prueba de acceso está provocando que los alumnos lleguen sin las suficientes competencias para afrontar las enseñanzas. Al final, es inevitable encontrarnos con alumnado desmotivado y con un profesorado intentando dotarlo de estas competencias mínimas en detrimento del currículum. 

3. Los currículums están elaborados sin tener en cuenta la realidad social del entorno y la base académica del alumnado que nos llega. Aunque luego en las programaciones se adaptan los contenidos a las características de nuestro alumnado, detectamos una enorme brecha (demasiado grande a nuestro parecer) entre lo que se exige para poder titular y la base desde la que se parte. Esto hace que en la gran mayoría de casos observemos que, o bajamos el nivel de exigencia o no promocionaría ni titularía casi ningún alumno o alumna.

Por suerte, contamos, entre nuestro profesorado, con compañeros y compañeras que han desarrollado buena parte de su vida laboral en empresas privadas del sector y eso, a su vez, nos hace conscientes de que, en realidad, las empresas, además de necesitar a trabajadores formados, necesitan a personas maduras dispuestas a trabajar y con unos valores que les permitan aprender una vez que ya se hayan convertido en trabajadores. Es por eso por lo que hacemos especial hincapié en la adquisición de esos valores, porque somos conscientes de que redundará en una mejora tanto para la propia empresa como para nuestro alumnado.

8. ¿En qué apartado pediría una mayor autonomía para desarrollar el proyecto del centro?

Necesitamos una mayor flexibilidad a la hora de desarrollar las enseñanzas. Sería acertado que se dispusiera de un mayor margen horario (las tres horas de libre configuración parecen escasas) para adaptar los currículums a las necesidades del entorno laboral. 

También echo de menos la capacidad de los centros para, de manera justificada, mantener en su puesto al profesorado que se identifica con el proyecto de centro, al que coordina programas que se ejecutan a largo plazo o, por ejemplo, poder elegir los perfiles profesionales que mejor se adecúen a nuestras enseñanzas.

9. ¿Qué proyectos tenéis previsto realizar próximamente? ¿Qué ámbitos de mejora, qué experiencia os ha gustado que queráis implantar?

Nuestro Proyecto Educativo está en consonancia con el Proyecto de Dirección que se presentó en 2018 para cuatro años. Así que, de momento, vamos a seguir mejorando @ironartarenal, aumentando la participación del alumnado en otras áreas, además de en la producción y venta. Queremos mejorar la calidad de los proyectos Erasmus+ que llevamos a cabo y aumentar el número de movilidades del alumnado y, sobre todo, del profesorado. Y como tercer pilar de nuestro proyecto, vamos a seguir visibilizando y dignificando la Formación Profesional a través de la cualificación en competencias de nuestro alumnado. En este último aspecto, resaltar el compromiso con la Formación Profesional Básica. 

Queremos implantar de forma más generalizada el aprendizaje basado en proyectos. Sin duda, esta es la forma de trabajo en la Formación Profesional, la manera en que se desarrollan las competencias profesionales, pero queremos crecer en proyectos interdepartamentales. Quizá ese sea el reto más próximo. Hemos leído y conocido experiencias muy inspiradoras en otros centros, así que en estos próximos cursos, ya que hemos encontrado el camino para la FPB, vamos a diversificar esfuerzos y poner en marcha programas tanto en los Ciclos Formativos de Grado Medio como de Grado Superior. Asimismo, estamos inmersos en un proceso de modernización del centro y de implantación generalizada de las nuevas metodologías que tantos éxitos no están haciendo cosechar.

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