CARGANDO

Buscar...

AEA DebateCalmarEdu Voz profesionales de Referencia

«Los alumnos están deseando que algo cambie, los profesores también y de igual forma los padres. Ahora es el momento de reaccionar, pronto será tarde.»

#CalmarEdu nº83El espacio educa. El espacio calma. El entorno, la arquitectura y el mobiliario determinan el proyecto educativo y los procesos de aprendizaje. Los centros educativos deberían ser espacios físicamente abiertos.

De nada sirve cerrar los ojos ante las señales de cambio que nos rodean. La forma de relacionarnos, de comunicarnos, de colaborar y de adquirir conocimiento, no es como antes. Estamos ante una #NuevaNormalidad, consecuencia de la incorporación de la tecnología y la innovación en nuestra vida.

Si estamos de acuerdo en esto, ¿cómo es posible que los estudiantes, que son todos nativos tecnológicos, sigan anclados a su silla, sin poder ver a su compañero de atrás, ni interactuar con el resto, a merced de lo que un profesor diga durante una hora, y así sucesivamente uno tras otro, hasta ocho horas diarias? Estamos desperdiciando talento, capacidad, creatividad y conocimiento, que permanecen atrapados entre cuatro paredes y encorsetados en espacios educativos obsoletos, que hoy en día han perdido por completo su sentido.

Nunca hasta este momento hemos tenido más conocimiento a nuestro alcance, y nadie mejor que los estudiantes para saber dónde y cómo encontrarlo, adquirirlo y aplicarlo. Nuestros jóvenes se aburren. Su papel frente al profesor es pasivo y necesitan más. Exigen más. Es hora de reflexionar sobre ello y está en nuestras manos cambiarlo. Hablemos de transformación.

La transformación ya no es digital, esto se da por hecho. La transformación es aprender a convivir con esta #NuevaNormalidad en educación, que implica colaboración, poner a las personas en el centro, potenciar el aprendizaje, educar en competencias, hacer una tecnología más humana y afianzar el poder colectivo, el emprendimiento social, el bienestar y la felicidad.

En este marco no se puede entender una transformación si no cambiamos el concepto del aula. El espacio se convierte en el facilitador-impulsor del cambio, trascendiendo los límites de la clase, para ir más allá hasta alcanzar las instalaciones educativas al completo. De este modo, cobran importancia los espacios colaborativos, los pasillos o la cafetería, porque en todos ellos se puede educar y aprender. Se trata de que tanto el profesor como el alumno, encuentren aquel lugar conectado en el que desarrollar, colaborar, investigar, concentrarse y socializar, …una variedad de tipologías tan amplia como las necesidades de sus usuarios. A pesar de que esto parece algo obvio, aún encontramos centros en los que están más que satisfechos con una sala de tecnología y una docena de ordenadores de mesa.

La clave del cambio hacia la nueva normalidad está en saber dónde estamos y dónde queremos estar. Tener un propósito y dar sentido al cambio. No existe un único modelo de espacio perfecto, sino de Entorno Educativo inteligente, que es aquel que se crea por y para la interacción de las personas, con la tecnología y el espacio como facilitador. Y será la respuesta espacial a todas las necesidades de la Comunidad Educativa: alumnos, profesores, administración, padres y colaboradores.  Será además el escaparate al mundo con el que mostrar y transmitir los valores y los logros de cada institución educativa, creando entre ella y la Comunidad una mayor vinculación y compromiso.

Planteemos una educación activa y reactiva que haga sacar lo mejor de los jóvenes y de sus habilidades. Ayudémosles a utilizar los recursos que tienen, a ser resolutivos, emprendedores, a desarrollar sus talentos naturales y a ser autónomos. Para que esto suceda debemos partir de la flexibilidad de una hoja en blanco en la que dibujar los espacios necesarios para lograr el desarrollo del nuevo paradigma de aprendizaje. Espacios en los que la tecnología sea una herramienta útil al servicio de todos, espacios en los que relacionar a chicos con los mismos intereses y destrezas, independientemente de su edad, espacios de interacción alumno/profesor en los que el binomio aprendizaje/enseñanza se pueda dar de forma bidireccional.  

Los alumnos están deseando que algo cambie, los profesores también y de igual forma los padres. Ahora es el momento de reaccionar, pronto será tarde.

Francisco Vázquez Médem es Presidente de 3g Smart GroupArquitecto por la ETSAM de Madrid. PDG por IESE de Madrid. Master en tecnología de edificios inteligentes por la Univ.Politécnida de Madrid. Master en Project Management en el Centro Superior de Arquitectura. 

Aquí puedes leer las 101 propuestas y otros artículos como este. Este artículo forma parte de la reflexión conjunta del proceso Calmar la Educación. Seguiremos publicando otras opiniones de personas relevantes del mundo educativo. Queremos generar un espacio de debate plural y abierto a todas las personas interesadas en la transformación educativa.

Etiquetas

1 Comentario

  1. Completamente de acuerdo, añadiría, además, que hay que prestar especial atención a ese espacio invisible, pero tan tangible, que es el creado por la afectividad. Es necesario no solo crearlo sino cuidarlo para que se convierta en el verdadero lugar donde se produce el aprendizaje. Solo desde la confianza, respeto, complicidad y afecto entre todos los que forman la comunidad educativa sucede el aprendizaje.

    Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.