Innovación, formación y evaluación.
En muchas ocasiones nos empeñamos en dividir cuestiones que se encuentran totalmente relacionadas. Es más, consideramos que hacemos más comprensibles determinados factores si somos capaces de parcelarlos, como si dividiendo el problema en diversas secciones fuera más sencillo llegar a comprenderlo. La realidad, sin embargo, no siempre se deja seccionar. A veces necesitamos apartarnos un poco del objetivo de estudio, para tener una visión global que nos permita comprender las profundas relaciones que se establecen entre las partes.
El caso de la formación y la evaluación es un ejemplo directo de lo que estoy comentando. ¿Puede una buena formación convertirse también en un buen sistema para facilitar un feedback sobre el progreso docente? Podría serlo, si esa formación tuviera la capacidad de darle a los docentes un seguimiento personal para la mejora constante.
El problema fundamental de la evaluación es que se sigue planteando como una rendición de cuentas, en lugar de hacerlo como un acompañamiento para la mejora. Si continúa actuándose de esta forma la evaluación nunca será aceptada como una herramienta poderosa para la transformación. Necesitamos darle un giro para conseguir que se convierta en una piedra angular del cambio. Nadie debería temer a la evaluación, porque la evaluación ha de ser una ayuda que te acompañe a lo largo del tiempo. No debe aparecer al final del curso para evaluar cómo has desempeñado tu cometido, debe facilitarte información de mejora a lo largo de todo el proceso de trabajo.
Si partimos de esta idea, para conseguir que la evaluación y la formación formen parte de la misma moneda, necesitaremos también un cambio en el planteamiento de la formación. Por suerte este cambio ya está empezando y cada vez son más los docentes y las entidades que ven el potencial de transformación que tiene la formación docente. Sin embargo, para que esa formación sea efectiva, ha de cumplir unos requisitos muy similares a los que estaba apuntando en la evaluación: debe acompañarnos, darnos feedback y facilitar la mejora constante. Es difícil que un curso de formación aislado provoque una transformación profunda, pero una formación centrada en un análisis de centro, entendida como un proceso de acompañamiento para la mejora, puede convertirse en una herramienta de transformación realmente efectiva.
Por otro lado la innovación educativa debe ser entendida también en un sentido amplio, evidentemente es necesario que exista una formación eficaz y un seguimiento constante para que la innovación pueda implementarse en nuestras aulas, pero el hecho de que estos tres términos estén relacionados no es casual. Toda innovación ha de tener un planteamiento de mejora para nuestros estudiantes y, para ello, necesitamos los mismos requisitos a los que estaba apuntando antes: una formación adecuada y un seguimiento personalizado. La formación le dará seguridad, herramientas y estrategias a nuestros docentes; el seguimiento valorará los progresos y nos permitirá avanzar de la forma más segura y personalizada posible.
La formación y la evaluación son necesarias para la innovación educativa, pero tampoco debemos olvidarnos de la necesaria motivación para facilitar el cambio. Cualquier transformación profunda requiere una gran voluntad, una importante inversión en tiempo y, además, la necesidad de superar muchos miedos y costumbres adquiridas.
Por eso la innovación debe seguir cuidándose a través de diversas acciones como dar visibilidad a propuestas interesantes, ofertar formación de calidad y reunir a grupos de docentes para fomentar las propuestas de mejora. Estamos viviendo un momento de transformación educativa impresionante, debemos aprovecharlo desde todos los foros posibles para hacer realidad el cambio.
Óscar Martín Centeno es Director del Centro de Educación Infantil, Primaria y Secundaria Santo Domingo de Algete. Licenciado en Historia y Ciencias de la Música y Master en Liderazgo y Dirección de Centros Educativos. Ha publicado diversos libros, artículos y ha realizado conferencias en varias universidades europeas
Aquí puedes leer las 101 propuestas y otros artículos como este. Este artículo forma parte de la reflexión conjunta del proceso Calmar la Educación. Seguiremos publicando otras opiniones de personas relevantes del mundo educativo. Queremos generar un espacio de debate plural y abierto a todas las personas interesadas en la transformación educativa.
