«La escuela no está pensada para que los padres participen en ella.»

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#CalmarEdu nº26. Es importante contar con canales de comunicación específicos en la relación de las familias y los centros educativos, ya que éstas son pilares fundamentales de la educación. Sólo es posible el diálogo si todos los actores ejercen la escucha activa.

Tal y como está formulada la propuesta #CalmarEdu 26 es imposible negarla o ir contra ella. ¿Quién se va a oponer a crear canales de comunicación? ¿Quién no va a querer que se creen buenas relaciones entre las familias y los centros educativos? ¿Quién no es partidario del diálogo? ¿Acaso hay alguien que desconozca los extraordinarios beneficios de la escucha activa?

El problema viene cuando algo, que es objetivamente bueno y deseable, hay que encarnarlo en la realidad de un centro escolar y hacer que tenga sentido educativo y sostenibilidad en el tiempo. Por más que nos empeñemos en ver lo contrario, la escuela está diseñada por el sistema educativo (no por los profesores) y, al menos en intenciones, está diseñada para que los alumnos aprendan. Dicho de otro modo, la escuela no está pensada para que los padres participen en ella. ¿Cómo hacer entonces para que algo, la escuela, que no está diseñado para dar cabida a las familias les cree un espacio válido?

La observación cotidiana nos dice a todos que las familias solo llegan hasta una parte muy superficial del centro educativo: recepción, despachos, zonas comunes… pero no llegan a las aulas donde se realizan la mayor parte de las actividades de aprendizaje. Y alguien se podría preguntar, ¿es conveniente que las familias lleguen a ese espacio? La respuesta a esa cuestión es habitualmente negativa; pero tiene una opción metodológica (y filosófica) que aboga por incluir a las familias en las actividades curriculares ordinarias. Nos estamos refiriendo a todo el movimiento de las Comunidades de Aprendizaje y su desarrollo en las actividades educativas de éxito. En España esta opción educativa se han desarrollado, fundamentalmente, alrededor del movimiento impulsado por el profesor Ramón Flecha, a partir del cual un número nada despreciable de centros están tratando de adaptarlo a cada una de las realidades escolares. La razón de esta opción es porque creen, más bien porque están convencidos, de que la irrupción de miembros de las familias en la actividad curricular del centro es un elemento de calidad y calidez educativa. Y es que la experiencia nos permite contrastar que iniciativas diversas encuadradas en estas “Comunidades” permiten abordar distintos frentes de forma simultánea. Estrategias o herramientas tales como los “padrinos de lectura”, los “grupos interactivos”, o tantos otros, nos acreditan que el aprendizaje aséptico se convierte en formación cálida, y que el cumplimiento de objetivos crece en nivel, pero sobre todo en calidad. Y es que los canales de comunicación adecuados general sinergias que benefician a todos, y muy especialmente a la propia escuela.

Más allá de este intento de las Comunidades de Aprendizaje, que parte de la necesidad de que la familia esté dentro de la escuela, hay pequeñas acciones encaminadas a dar a la familia un espacio en el medio escolar: en actividades especiales y en días puntuales, jornadas de puertas abiertas, acciones organizadas por el AMPA, reuniones sistemáticas y/o formativas de las familias, escuelas de padres… Y por supuesto, presencia y participación en órganos de gobierno y participación, como es el caso de los consejos escolares de centros.

Todas ellas, sin duda alguna, crean canales de comunicación de la escuela con la familia y son muy de valorar. Otra cosa es la opción de las Comunidades de Aprendizaje… ¡eso es un salto cualitativo en la apuesta pedagógica! Un salto de calidad y calidez que tiene mucho que ver con nuestra escuela del siglo XXI, que tanto nos exige la creación de canales específicos de comunicación, y algo más, entre las escuelas y sus familias.

Emilio Díaz: Responsable de Comunicación, Difusión social y Relaciones Institucionales de Escuelas Católicas de Madrid. Miembro del Consejo Escolar de Madrid. Abogado.
 
 
Aquí puedes leer las 101 propuestas y otros artículos como este. Este artículo forma parte de la reflexión conjunta del proceso Calmar la Educación. Seguiremos publicando otras opiniones de personas relevantes del mundo educativo. Queremos generar un espacio de debate plural y abierto a todas las personas interesadas en la transformación educativa.