CARGANDO

Buscar...

AEA Encuentros en abierto

Irene Gil, la presencia del maestro

El pasado mes de mayo, conversamos con Irene Gil, profesora de ESO, Bach y FPB de un colegio concertado en La Ventilla (Madrid), sobre su experiencia y reflexiones durante el período confinamiento y de enseñanza virtual. Esta conversación contribuyó a construir el artículo «La presencia del maestro». Aprovechamos para agradecer a Irene y al resto de profesores/as participantes su disponibilidad para responder a estas preguntas.

1. ¿Cómo compaginas el desempeño de tus tareas con tu vida personal?

Compaginar el desempeño de las tareas a distancia con la vida personal es más dificil en esta situación. Ambas han cambiado sustancialmente, tanto el desempeño de las tareas, como la vida personal, no podemos llevar a cabo nuestra labor docente presencial, en la escuela, pero tampoco podemos llevar a cabo nuestra vida personal con normalidad. Todo se reduce a un mismo espacio y ahí los tiempos son difíciles de marcar, si ya en la vida «normal» se daban situaciones en las que siempre podías hacer más, ahora esta premisa se acrecenta y al no tener un punto de rutina de ocio que te haga parar es más dificil marcar límites, horarios de trabajo. Llega un correo, estás en casa, no tienes nada que hacer, ¿por qué no contestarlo ya? Por otro lado, el tener que realizar tareas ha sido muy beneficioso para llevar este confinamiento mejor, sentir que sigues teniendo un propósito, algo de lo que estar pendiente, algo en lo que mantener la mente activa para no irte a pensar en todo lo que está sucediendo que es muy grave. 

Llega un correo, estás en casa, no tienes nada que hacer, ¿por qué no contestarlo ya?

Por lo tanto, la compaginación ha sido difícil, a veces incluso inexistente pero también nos ha ayudado a llevar mejor el confinamiento psicológicamente.

2 ¿Cuál es la mayor dificultad que encuentras en la enseñanza en confinamiento?

La falta del trato personal presencial con los alumnos y compañeros. Poder ver cada día al alumnado en diferentes situaciones y poderles mirar a la cara y saber si están bien o si necesitan de tu apoyo. En la educación presencial las miradas son fundamentales, nos ayudan a saber si el alumno viene de un mal fin de semana en casa, o viene de no haber dormido y no estará en la mejor predisposición para aprender, o ha tenido algún enfado con algún compañero, o se está frustrando por no entender nada de los objetivos de la lección de hoy… poder mirar al alumno, entenderlo y crear los mecanismos de apoyo necesarios son fundamentales, y a distancia, con horarios de conexión, con correos, esto se hace infinitamente más difícil. 

En la educación presencial las miradas son fundamentales.

No estábamos preparados para una enseñanza online, desde los medios, la formación, ni mucho menos las competencias que exigen este tipo de enseñanza. Más allá de estas primeras premisas que de unas formas u otras se han ido dando prioridad y solventando con parches y paracaídas, las competencias de alumnado y profesor para una educación a distancia no se pueden modificar en un mes ni en dos. La falta de dispositivos o de conexión a internet han sido prioritarios en muchas escuelas y para muchos gobiernos y entidades, evidentemente, sin esto era inviable una conexión a la escuela online. La formación del profesorado en herramientas digitales era bastante precaria a nivel sistema, cada día han ido apareciendo decenas de webinars, tutoriales, formaciones varias y el profesorado, a marchas forzadas se ha puesto las pilas para «apañárselas» en la educación online. 

¿Pero qué hace falta realmente para que un alumno siga la escuela a distancia? Mis alumnos eran muy afortunados y contaban todos con dispositivos electrónicos para ellos mismos, los profesores también, digamos que eramos una escuela «avanzada» tecnológicamente. Pero con eso no basta, un alumno a distancia necesita mucho más, necesita ser autónomo, ser capaz de regular su propio aprendizaje, estar comprometido con su aprendizaje y el de sus compañeros para poder trabajar en red… Todo esto muchas veces no se trabaja (lo suficiente) en la escuela y es ahí donde he visto mayores dificultades. Alumnos que aun teniendo los dispositivos, aun teniendo a los profesores completamente implicados en la continuidad de tareas, sin tener apenas situaciones que les impidieran seguir, no han seguido. Han dedicado horas y horas a jugar a la play, a ver vídeos en youtube, han perdido las rutinas… No estaban preparados para tomar las riendas de su aprendizaje, ¿y quién lo podía estar? Pero seguro que en la escuela presencial podríamos haber trabajado más en esta línea. 

(…) un alumno a distancia necesita mucho más, necesita ser autónomo, ser capaz de regular su propio aprendizaje, estar comprometido con su aprendizaje y el de sus compañeros para poder trabajar en red…

Giorgio Luciani CC https://tinyurl.com/y8bt5qo9

3. ¿Qué prácticas de las que desarrollas habitualmente en el aula te han ayudado a adaptarte a la nueva situación?

En la línea de lo comentado en la anterior pregunta, en mi día a día intento trabajar la autonomía del alumnado, que yo no sea imprescindible para que ellos sigan aprendiendo. En clase trabajábamos con presentaciones que exigían a los alumnos buscar materiales, hacer resúmenes, encontrar las pautas para hacer un ejercicio a partir de ejemplos, ejercicios resueltos, retos… Realmente mi práctica docente, la estructura de una de mis clases apenas ha cambiado, he seguido realizando el mismo tipo de dinámicas: presentaciones con preguntas o vídeos para encontrar la teoría, ejemplos prácticos resueltos paso a paso y ejercicios sin resolver para retarse y luego poder aprender de sus propios errores con las correcciones posteriores. Tener en mente la necesidad de ir más allá en la enseñanza del alumno, de buscar no solo el aprendizaje de contenidos sino el aprendizaje de competencias como la autonomía, la colaboración, aprender a aprender creo que me han sido muy útiles a la hora de que el cambio no haya sido tan brusco, ni para mí ni para ellos.

4. Aunque no llevamos tanto tiempo en esta situación, ¿cómo dirías que han evolucionado las actitudes, destrezas y disposición de tu alumnado desde que empezó la cuarentena? ¿Y las del claustro?

No llevamos tanto tiempo pero 2 meses en la escuela son un mundo, y más si es a distancia… En este tiempo he notado como mi alumnado ha ido siendo capaz de regularse mejor, de ser consciente de la responsabilidad que tenía e ir tomando partido de ella. Al principio muchos eran los alumnos que nos decían «yo así no puedo, necesito un profe que me lo explique» ahora muchos dicen «me siento capaz». Al principio hubo que ir a buscarles, hubo que llamarlos o escribirlos para saber cómo estaban, si tenían alguna duda… ahora son ellos los que escriben más, los que te preguntan, los que «lideran» su aprendizaje y te demandan como profe. Se relacionan mejor, dejando atrás egoísmos a veces propios de su edad y miran más al otro, recuerdo como las primeras llamadas a mis alumnos a distancia o los primeros correos que me contestaban me contaban como estaban y ya, ahora son ellos los que buscan saber cómo estoy yo, si mi familia está bien, cómo estoy llevando esta situación… Se están preocupando más por el otro, quieren saber y quieren apoyar en lo que puedan. Esto sin duda les ayudará a posteriori, la mirada que tengamos en el otro y la posible relación que establezcamos con él de escucha y atención es fundamental en cualquier contexto, este es un aprendizaje fundamental. 

Se están preocupando más por el otro, quieren saber y quieren apoyar en lo que puedan.

5. ¿De qué manera ha afectado esta situación a la relación entre las familias del centro y el profesorado? ¿Hay mayor comunicación? O, por el contrario, ¿percibes mayor distancia?

Hay mucha mayor comunicación, antes hablaba con una familia una vez al trimestre para repasar cómo había ido la evaluación o para tratar una situación de conflicto o de falta de trabajo que se daba con un alumno. Ahora hablo con cada familia al menos cada dos semanas, y las conversaciones han cambiado, todo empieza por un ¿cómo estáis? ¿cómo está vuestro hijo? Es mutuo de nuevo, también quieren saber cómo estamos los profesores, darnos las gracias por nuestra labor… Hoy tenemos reunión de padres virtual, estoy segura que el porcentaje de asistencia va a mejorar respecto a la que teníamos presencialmente otros años. 

Las relaciones en general, pese a la tecnología y la distancia, siento que se han humanizado mucho más.

Etiquetas

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.