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«Se trata de generar compromiso del alumno con el aprendizaje, trasladar los objetivos curriculares al campo de los compromisos personales.»

#CalmarEdu nº45. La confianza ayuda a que cada cual se conozca y pueda fijar sus propios objetivos. El concepto de aprendizaje basado en la confianza debe ser más escuchado en las escuelas.

Si alguien me preguntara ¿qué sería lo primero que te gustaría mejorar en la enseñanza? creo que una buena respuesta sería: La Confianza.

En el marco educativo la confianza es una piedra clave necesaria para que funcionen las relaciones, en diferentes ámbitos: en la relación con las familias, en el ambiente pedagógico y profesional del centro, en el ambiente positivo del aula y, sobre todo, en la labor de tutoría para trabajar con el alumno en la confianza en sí mismo.

La confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro. (Expresión de Georg Simmel) Es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción de un otro. Es una especie de apuesta que consiste en no inquietarse del no control del otro y del tiempo.

Laurence Cornu, La confianza en las relaciones pedagógicas

En un momento social en el que la desconfianza nos hace mirar con recelo muchos de les estamentos en los que se basa nuestra sociedad, trabajar por recuperar la confianza en la educación sería un buen un objetivo para cada una de las personas que nos dedicamos a ella. Porque como asegura Stephen Covey “nada es tan veloz como la rapidez de la confianza, es el valor que lo cambia todo”.

La confianza en sí mismo

Entonces, ¿por dónde empezar? La nueva concepción de la educación, con el alumno como protagonista marca un rumbo. Así que voy a empezar a reflexionar a partir del rol que da sentido a mi trabajo en educación, el de tutora, partiendo de la definición de Robert Dilts:

La tutoría implica guiar a la persona hacia el descubrimiento de sus propias competencias inconscientes, así como hacía la superación de sus propias resistencias e interferencias internas, todo ellos creyendo en ella y validando sus intenciones positivas. El tutor o mentor ayuda a moldear o influenciar de forma positiva las creencias y valores de la persona, «vibrando» junto con ella, liberando o desvelando su sabiduría interna. Esta clase de tutoría queda a menudo internalizada como parte de la misma persona.

Robert Dils, Coach, 2004

Asumir esta concepción de la tutoría nos avoca a la enseñanza personalizada e individual, que se potencia con numerosas metodologías activas. Es imprescindible que trabajemos con nuestros alumnos para que vayan construyendo la confianza en sí mismos a través de marcarse objetivos y verse capaz de cumplirlos, pero para ello necesitan un ambiente pedagógico donde sea posible elegir, decidir, planificar y ejecutar, un ambiente que se logra eficazmente con metodologías como el trabajo por proyectos, la resolución de problemas, la gamificación o la programación por Paisajes de Aprendizaje, donde el alumno puede diseñar su itinerario de aprendizaje para conseguir los objetivos marcados.

Pocas cosas pueden ayudar más a un individuo que atribuirle responsabilidad, y hacerle saber que confias en él.

Booker T. Whashington

Diseño pedagógico para fomentar la confianza

Estamos hablando de un ambiente pedagógico donde los objetivos son compartidos y explícitos, donde la evaluación forma parte del proceso y sus criterios son conocidos por el alumno, incluso consensuados, para facilitar que el esfuerzo y la consecución del trabajo bien hecho tenga un sentido claro. Se trata de generar compromiso del alumno con el aprendizaje, trasladar los objetivos curriculares al campo de los compromisos personales.

En esta concepción del diseño de la situación didáctica, es imprescindible, como destaca Carlos Magro, aprender a ser y a actuar a nivel colectivo: “La mayor parte de las situaciones vitales y de los aprendizajes surgen en relación con los otros”. La organización del aula para que el aprendizaje se dé de forma cooperativa y colaborativa, va a ser un factor determinante para el desarrollo de la confianza de todos los implicados en la adquisición del aprendizaje, que mejora las relaciones y logra mejores resultados de cada una de las personas.

Está comprobado que el diseño pedagógico basado en metodologías activas genera un ambiente positivo en el aula, que nos ayudará como tutores a poner el foco en el desarrollo de los 4 pilares de la credibilidad y la confianza en uno mismo  que señala Stephen Covey: Integridad, intenciones, capacidades y resultados. Estamos trabajando el saber ser, saber hacer, saber estar.

La función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación que necesiten para que sus talentos alcancen la plenitud y seguir siendo artífices de su destino. Señalar la importancia de fomentar la imaginación y creatividad tanto en el niño como en el adulto. El objetivo de la escuela será dar todas las oportunidades de descubrir y experimentar.

Delors, La educación encierra un tesoro, 1996

En un ambiente adecuado podemos conseguir que nuestros alumnos actúen con integridad, que sean congruentes por dentro y por fuera, que actúen de acuerdo a los valores y creencias. A partir de las motivaciones, podemos lograr que tengan intenciones claras y basadas en el beneficio mutuo. Estamos favoreciendo que formen su carácter.

El profesor como diseñador de la situación didáctica, teniendo en cuenta las inteligencias múltiples, puede enfocar la acción hacia el desarrollo de diferentes talentos, actitudes y destrezas, de las capacidades individuales, para que el alumno viva el sentimiento de alcanzar resultados, de ser capaz de perfeccionar su rendimiento y mejorar su sentimiento de competencia.

La confianza creativa

En este sentido, diseñando ambientes de experimentación y expresión, como el que se da con metodologías y herramientas como el Design Thinking, Movimiento Maker, la producción del lenguaje audiovisual o la Robótica, se puede favorecer que el alumno desarrolle su confianza creativa, dando oportunidad de vivir el sentimiento de poder lograr lo que se proponen, que aprendan a sobreponerse a las dificultades, errores y fracasos que surgen en el proceso, que aprendan a ser constantes en su esfuerzo.   

Lo logran paso a paso, con pequeños éxitos hasta transformar el miedo en familiaridad.

Krebs, Ana, Confianza Creativa, 2013

El aula como una organización con alto nivel de confianza

Todo ello, entendiendo el aula como una organización, como un entorno donde el alumno crece en un ambiente positivo.

Stephen Covey describe lo que se produce a nivel de trabajo en una organización con alto nivel de confianza: la información se comparte libremente, los errores se toleran y se consideran con un modo de aprendizaje, la cultura es innovadora y creativa, las personas son leales a los que no están presentes, la gente se habla con sinceridad y se enfrenta a las cosas, existe una colaboración y comunicación reales, se comparten los méritos, existe un grado alto de responsabilidad.

¿Imaginas una clase en la que todas estas actitudes se cumplan?, y a nivel del centro educativo, ¿imaginas cómo se generaría un cambio hacia la innovación con ese ambiente?

Ana Municio: Maestra de Infantil y Primaria, psicopedagoga. Vocal de Junta Directiva de Espiral.

Aquí puedes leer las 101 propuestas y otros artículos como este. Este artículo forma parte de la reflexión conjunta del proceso Calmar la Educación. Seguiremos publicando otras opiniones de personas relevantes del mundo educativo. Queremos generar un espacio de debate plural y abierto a todas las personas interesadas en la transformación educativa.
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