CARGANDO

Buscar...

AEA Encuentros en abierto Voz Educación Abierta

La dificultad del cambio

“Debemos lograr que todos los niños y jóvenes aprendan las nociones básicas y tengan la oportunidad de adquirir las competencias transferibles necesarias para convertirse en ciudadanos del mundo.” ( Irina Bokova, Directora General de la UNESCO).

Recientemente publicaba el «New Yorker» un artículo sobre la ciudad de Newark en donde no se hablaba de las canciones de Whitney Houston, de las canastas de  Shaquille O’Neal o de las películas de Brian De Palma, ni siquiera de las novelas de  Paul Auster o de los zombis recorriendo sus calles en “Word war Z”

Esta ciudad del este de EEUU atraía la atención por algo radicalmente distinto; un proyecto de transformación de su sistema educativo. Algo extraordinario había pasado hace cuatro años. El gobernador del Estado, Chris Christie, miembro del Partido Republicano y posible candidato a las próximas presidenciales, y el alcalde de la ciudad, Cory Booker, del Partido Demócrata y actual senador, se habían puesto de acuerdo y habían conseguido implicar al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg que aportaría cien millones de dólares al proyecto. El objetivo no podía ser más loable, mejorar el sistema educativo de la ciudad. El escenario difícilmente podría mejorarse, recursos suficientes y ambición política. Cuatro años después, y gastado el dinero del proyecto, los resultados no han llegado, la iniciativa está fracasando.

Es mucho lo que se puede aprender de la experiencia Neward. Lo primero, que ni siquiera en aquellos supuestos en los que parecen darse las condiciones óptimas para impulsar el cambio educativo éste es fácil de conseguir. Pero sobre todo, que las propuestas que ignoran a la comunidad educativa y las condiciones del entorno están condenadas desde el inicio. Pueden llegar a tener éxito de cara al marketing político o para satisfacer la soberbia de sus promotores, pero su incidencia real sobre el sistema educativo será nula.

Pese a la dificultad del cambio, o posiblemente por ella, los gobiernos democráticos tendrán que asumir que su principal reto en la próxima década será cómo rediseñar sus sistemas educativos para contribuir a construir una sociedad del aprendizaje. Las oportunidades que se abren son muchas, en especial para a aquellos sistemas que no han conseguido implantar modelos eficaces de acuerdo con los objetivos de la educación industrial. Pero todavía son más graves las amenazas de inequidad y de pérdida de competitividad que se ciernen sobre aquellas sociedades que, con independencia de la posición previa de que partieran, no acierten a incorporar los cambios oportunos.

Nombrar como sociedad del aprendizaje a la época a la que nos enfrentamos es una declaración de intenciones que persigue poner a las personas, y las comunidades en las que se organiza, en el centro de la reflexión sobre el mundo que estamos construyendo. Por otra parte hablar de sociedad del aprendizaje coloca a los poderes públicos ante la responsabilidad de crear las condiciones para que en el mundo global incierto e interconectado en el que vivimos se consolide un derecho de ciudadanía universal, permanente y relevante, a aprender.

Alfonso González Hermoso de Mendoza
@algonhermen

Este Texto forma parte del artículo “Los sistema educativos en la sociedad del aprendizaje” publicado en “Nueva Revista” de octubre de 2014.


Foto: Los estudiantes de la Universidad de Kabul en 1960 de graduación.
Fuente: http://difundir.org/wp-content/uploads/2014/09/Mujeres-de-Afaganistan-20.jpg

Etiquetas

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.