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Curriculum y proyecto educativo de centro #CalmarEdu

Como es sabido, el curriculum está constituido por los objetivos educativos, las competencias que se pretenden promover en los estudiantes; los contenidos; la metodología didáctica; y la evaluación de lo aprendido, donde se localizan los criterios de evaluación y los estándares de aprendizaje evaluables.

Los elementos que configuran el curriculum proporcionan información acerca del tipo de educación que se quiere desarrollar: qué se pretende que aprendan los alumnos y alumnas, cómo se quiere que lo aprendan, y qué y cómo se valora lo aprendido.

Sobre el Currículo y su concreción en el Proyecto Educativo de Centro (PEC) se reflexionó en “Calmar la educación

Se tomaron como referencia algunas preguntas para delimitar el campo de análisis y focalizar la atención sobre diversas cuestiones vinculadas con el tema.

  • ¿Cómo organizamos el curriculum? ¿Cuáles son los criterios que se emplean para diseñar el curriculum? ¿Cómo se articulan sus elementos?
  • ¿Qué queremos decir cuando hablamos de competencias? ¿Por qué y para qué enseñar y aprender competencias?
  • ¿Se enseñan y se aprenden realmente las competencias? ¿Cómo transformar un curriculum basado en una lista de contenidos en uno inspirador basado en competencias?
  • ¿Por qué se sugiere un curriculum abierto? ¿Cuáles son los límites de un curriculum abierto?
  • ¿Quién debe decidir y cómo debe decidirse el proyecto educativo de centro?
  • ¿Cómo se resuelve el problema de acomodar la libertad del docente y el proyecto educativo?
  • ¿Dónde empiezan las creencias y dónde terminan las evidencias en la escuela?
  • ¿Por qué es importante la autonomía de centros? ¿Debieran existir límites en la autonomía de centros? ¿Puede haber autonomía de centros sin evaluación?
  • ¿Cómo instaurar redes de centros?
  • ¿Cómo pueden incorporarse las estrategias de aprendizaje informal en el aprendizaje formal que tiene lugar en la escuela?

 

 

Las tres sesiones de trabajo de la mañana tenían como objetivo identificar algunas tendencias que permitieran describir la realidad actual en torno al Curriculum y al Proyecto Educativo de Centro. En estas sesiones participaron un total de treinta y cinco personas, entre las que se encontraban estudiantes, padres, profesores, inspectores, investigadores y otros profesionales de la educación. La diversidad de los participantes hizo posible un análisis que permitió alcanzar un amplio panorama en el que se abordaba la cuestión desde distintas perspectivas.

Es interesante destacar que algunos de los alumnos no sabían qué era el curriculum. En otros casos, se consideraba que el curriculum se refería únicamente a los contenidos curriculares y no incluía el resto de los elementos que lo conforman. Se pudo constatar, también, que los alumnos desconocían qué eran las competencias y que su educación estaba orientada hacia el aprendizaje por competencias. Después de clarificar entre todos estos y algunos otros conceptos centrales sobre los que se iba a trabajar, se dio paso a la reflexión conjunta.

Qué está pasando: las tendencias

Por razones de espacio no es posible incorporar en este post todas las tendencias que se plantearon, pero sí se describirán las diez fundamentales que fueron descritas a partir de la categorización del conjunto de tendencias identificadas. Estas tendencias generales fueron:

  • Se detecta una desconexión entre los elementos del curriculum. En la práctica no hay mucha relación entre los objetivos, las competencias, los contenidos, la metodología y la evaluación. Todo ello dificulta el logro de los objetivos de aprendizaje propuestos y el aprendizaje por competencias.
  • Existe una cierta confusión en torno a las competencias, a pesar de ser un elemento central de la educación de nuestros días en todos los niveles educativos. Por un lado, no se comprende muy bien qué es una competencia. Por otro, se concede mucha importancia a unas competencias y no tanta a otras competencias clave, también identificadas en el curriculum. Por último, se considera que las competencias no están bien integradas en el curriculum, que se organiza fundamentalmente por contenidos.
  • Hay un cierto consenso al señalar que los contenidos curriculares son excesivos para ser aprendidos adecuadamente. También, se considera que son poco servibles, se enseña un conocimiento teórico, pero no se enseña suficientemente un conocimiento del “saber hacer”. No se suele enseñar y aprender para la vida y por ello los contenidos están poco vinculados con los contextos reales. Además, en varias sesiones se ha considerado que los contenidos se basan más en las demandas del pasado que en las necesidades de los alumnos para el futuro.
  • Con respecto a la metodología, se constata que la metodología didáctica no está orientada para el aprendizaje por competencias. A menudo se enseña desde los contenidos de cada asignatura y no con el enfoque transversal requerido para el aprendizaje de competencias. Por otro lado, no se suele potenciar el pensamiento crítico, la creatividad, la autonomía y el Aprender a Aprender. Además, los métodos de enseñanza que se emplean en los centros favorecen en los estudiantes, en muchas ocasiones, un aprendizaje repetitivo que genera aburrimiento y tedio por el conocimiento. No se consideran los intereses de los estudiantes, ni se potencia suficientemente la motivación por aprender.
  • En relación con la evaluación, se valora la existencia de la evaluación, pero se describen algunos fallos en el tipo de evaluación que suele llevarse a cabo. En primer lugar, se considera que no se evalúan realmente competencias. Normalmente se produce más una evaluación de contenidos teóricos y no de procedimientos. En segundo lugar, se plantea que la evaluación no es una evaluación formativa. Con frecuencia no se evalúa para aprender, sino para acreditar. Finalmente, con respecto a las evaluaciones externas, existe disparidad de criterios en cuanto a las bondades de las mismas. Sin embargo, en varias mesas se ha indicado que si no se producen evaluaciones externas se imposibilita la evaluación de la enseñanza y la autonomía de centros.
  • Aunque en alguna ocasión se ha indicado que no es determinante, en general la autonomía de centros se considera muy importante y se señala que no se produce suficientemente. Con respecto a la autonomía pedagógica y al Proyecto Educativo de Centro (PEC), se pone de manifiesto que es fundamental que sea asumido por todo el equipo docente, sin embargo, también se entiende que debe dejarse espacio suficiente para “la libertad de cátedra” de cada docente (libertad docente vs proyecto educativo de centro). Se indica que este equilibrio no siempre se produce. Desde algunas intervenciones se ha destacado la falta de implicación de alumnos y familias, y se defiende mayor participación en el diseño del PEC. Se pone de manifiesto la necesidad de un mayor desarrollo de la autonomía también en lo referido a la gestión y organización del centro. Asimismo, se destaca la existencia de barreras (docentes, dirección de centro, administración) para el desarrollo de la autonomía de centros. Se vuelve a señalar la imposibilidad del desarrollo de la autonomía de centro sin la existencia de una evaluación del centro.
  • Con respecto a los centros educativos, se indica que aunque existen muchas diferencias entre unos y otros, en general siguen estando aislados de la realidad y del contexto en el que se localizan. El centro no siempre es un elemento más de una comunidad de aprendizaje. Además se señala que el papel que desempeñan las familias y otros agentes en el proceso educativo aún no ha alcanzado el reconocimiento suficiente. Finalmente, se indica que actualmente el currículo es más abierto para las Comunidades Autónomas que para los centros y el PEC no está lo suficientemente adaptado a las necesidades locales. Un centro y un currículo más cerrado repercuten negativamente en el aprendizaje.
  • Se reconoce la importancia del aprendizaje que se produce en los contextos informales. Se entiende que este aprendizaje informal repercute en el aprendizaje del aula y, por tanto es necesario tenerlo en cuenta. Sin embargo, no se considera suficientemente en el aprendizaje formal. Deberían usarse más las TIC para abrir el aula al mundo e incluir, como sucede en algunos casos, contextos de aprendizaje informal en el aula. No es posible formar para la sociedad si no se tiene en cuenta los contextos informales de aprendizaje. Considerar el aprendizaje informal requeriría hacer una evaluación más abierta.
  • Se indica que existen muchas redes de profesores y no tantas redes de centros. Se pone de manifiesto cómo a partir de las redes de profesores se comparten inquietudes, proyectos, materiales… Sin embargo, no existe el equivalente en redes de centros. Se sugiere que sería muy positivo potenciar el desarrollo de redes de centros de las que puedan beneficiarse alumnos, profesores, directores, familias, etcétera.
  • Se señala la necesidad de la innovación educativa en una sociedad que está en constante cambio. Se considera que la innovación educativa que se produce no es suficiente. Además, viene más de la mano de profesores que de centros. En ocasiones la innovación no se entiende bien y se considera que implica únicamente cambio o novedad.

Qué podría hacerse: las propuestas

Estas diez tendencias, resultado de las tres sesiones de la mañana, supusieron el punto de partida para identificar las posibles propuestas de actuación, en la sesión de la tarde.

  • Para lograr los objetivos educativos y favorecer el aprendizaje por competencias es necesario desarrollar acciones, dirigidas a todos los actores educativos, para la comprensión y conexión de los elementos del currículo. Se propone una relación de los elementos curriculares tomando como eje vertebrador las competencias.
  • Se propone el desarrollo de una adecuada formación y selección del profesorado, que permita contar con profesionales que hayan adquirido las competencias docentes adecuadas para favorecer el aprendizaje de competencias en sus alumnos y alumnas.
  • Se propone una revisión de los contenidos curriculares con el objetivo de ajustarlos al aprendizaje de competencias. Específicamente se propone: a) disminuir la carga de contenidos curriculares; b) reducir los contenidos teóricos; c) ampliar los contenidos procedimentales y actitudinalas; c) adecuar los contenidos a las necesidades de los alumnos en la sociedad del S.XX.
  • Se proponen programas de formación y acompañamiento dirigidos a promover el uso de métodos docentes que favorezcan el aprendizaje de competencias. Se recomienda trabajar: a) en metodologías activas, de aprendizaje basado en problemas y aprendizaje basado en proyectos; b) en contextos realistas; c) en metodologías que permitan el desarrollo de estructuras de aprendizaje cooperativo y, al mismo tiempo, que favorezcan la autonomía; d) en metodologías que consigan despertar el interés por aprender en los alumnos y permitan atender a un aprendizaje personalizado; e) en metodologías que potencien el pensamiento crítico, la creatividad, la innovación y el Aprender a Aprender en los estudiantes.
  • Se propone facilitar los recursos necesarios para potenciar una evaluación que realmente valore el aprendizaje de competencias. Se propone una evaluación orientada hacia el aprendizaje: una evaluación formativa, centrada en el progreso y en el esfuerzo. Además, se propone seguir trabajando en las adaptaciones en la evaluación, de forma que se atienda cada vez mejor a las necesidades educativas de todos los alumnos.
  • Se propone favorecer la autonomía de centros en sus diferentes modalidades a partir de políticas activas de formación en liderazgo y, también, se sugiere reducir la rotación. Se propone la reestructuración de los centros con una nueva organización departamental: departamentos por competencias. De este modo se favorecería la enseñanza y el aprendizaje por competencias. Se indica que el desarrollo de la autonomía de centros siempre ha de ir acompañado de un sistema de evaluación de centros. Se propone establecer un sistema de rendición de cuentas de los centros educativos con la colaboración de las administraciones educativas.
  • Se propone trabajar en el desarrollo de centros educativos más abiertos a la sociedad, al entorno en el que se encuentran y a la realidad social en la que ubican. Se proponen centros que formen parte activa de una comunidad de aprendizaje local. En este sentido, se propone un curriculum más abierto y flexible para concretarlo en un PEC que se ajuste a las necesidades locales. Así, se enseñará más en contextos reales y para la vida, lo que contribuirá a favorecer el aprendizaje de los alumnos. Se propone, también, ajustar más el curriculum a los alumnos y desarrollar itinerarios más personalizados de aprendizaje.
  • Se propone incorporar los procesos del aprendizaje informal al aula. Se propone articular y coordinar al aprendizaje formal e informal, con el fin de potenciar el aprendizaje de los alumnos. Se propone el uso de las TIC como una herramienta para compaginar ambos tipos de aprendizaje.
  • Se propone potenciar las redes de centros a nivel autonómico, nacional e internacional. Estas redes permitirán compartir proyectos comunes y serán muy positivas para el desarrollo de propuestas de innovación educativa. Se propone la difusión y publicación de buenas prácticas e investigaciones en comunidades de aprendizaje abiertas a toda la sociedad.
  • Se propone llevar a cabo proyectos de formación y apoyo para ayudar al desarrollo de la innovación educativa de rigor, que permita el ajuste de la educación a las nuevas demandas que exige la sociedad S.XXI y permita la mejora de la calidad de la educación de nuestros días.

 

Es digno de mención el interés de todos los participantes por las cuestiones objeto de análisis de esta mesa. La reflexión que se llevó a cabo fue muy satisfactoria, permitió la toma de conciencia de algunos aspectos que no se tenían tan presentes y favoreció el análisis desde distintas perspectivas. Queremos acabar este post dedicando una especial atención a los alumnos de secundaria, grado y posgrado que acudieron a la Jornada “Calmar la educación”. Una alumna que participó en esta mesa dijo:

Yo creo que debería cambiarse la metodología porque a veces le decimos a nuestra profesora “Profe, no me hagas esa pregunta que me hace pensar”. Y creo que esto pasa porque estamos acostumbrados a una educación que no nos hace pensar.

La Jornada “Calmar la Educación” fue un espacio en el que todos y todas dedicamos un tiempo a valorar la realidad educativa de nuestros días y a pensar dialogando.


Coordinadores:

Laurent Ogel @laurentogel
María Rodríguez @MariaRodrim

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