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«Una diversidad enorme requiere una flexibilidad enorme», Entrevista a Joan Padrós, director del CFA Palau del Mar de Barcelona

Hablamos con Joan Padrós director del Centre de Formació de Persones Adultes CFA Palau del Mar de Barcelona. La entrevista se enmarca en el proyecto #Profesionales, con el que queremos visibilizar la transformación que ya está teniendo lugar en muchos centros educativos. Esperamos que os guste.

1. Cáritas habla de 4 millones de españoles en peligro de exclusión, que ni participan en política, ni tienen posibilidades de empleos dignos y que difícilmente podrán construir familias estables. ¿Puede el sistema educativo ser la puerta de su inclusión? ¿Hay coordinación entre las políticas de empleo y asistenciales con las políticas educativas en estos temas?

El sistema educativo debería garantizar la igualdad de oportunidades para todo el alumnado, independientemente de su lugar de origen, del nivel socio económico de sus familias, de su ritmo de aprendizaje o de cualquier otro condicionante. Lamentablemente, los datos nos muestran que esto no es así. Un ejemplo de ello es el gran porcentaje de heredabilidad del nivel de estudios y, en consecuencia, de la pobreza. Existe una gran correlación entre el nivel de estudios de los padres y el de los hijos de manera que un niño o niña con unos padres con un nivel de estudios bajos, difícilmente alcanzará estudios medios o superiores y viceversa. Todo ellos demuestra las dificultades de nuestro sistema educativo para revertir las desigualdades sociales. El ascensor social, que debería basarse en el sistema educativo, no funciona. 

El sistema educativo de la clase magistral y el aprendizaje memorístico puede ser adecuado para parte del alumnado, pero esta metodología acaba expulsando a muchos y muchas estudiantes del sistema educativo.

La solución está en la personalización de la educación, ofreciendo a cada estudiante en cada momento espacios de aprendizaje adecuados a su nivel y a sus capacidades y respetuosos con sus ritmos de aprendizaje. Una formación adaptada a las competencias y habilidades que demanda la sociedad actual. Afortunadamente hoy en día ya tenemos experiencias de éxito que nos marcan el camino, pero por lo que respecta a la escuela pública hay que invertir muchos recursos, cosa que no está sucediendo.

Por otro lado, existen algunas muy buenas iniciativas, generalmente de carácter local, para orientar y asesorar laboral y académicamente al alumnado que no quiere o no puede seguir en el sistema educativo una vez superada la etapa obligatoria. Lamentablemente dichas iniciativas no son ni generalizadas ni están suficientemente coordinadas entre ellas.

2. El número de NINIS en España, muy por encima de la media de los países de la OCDE, es un tema recurrente en los medios de comunicación, ¿qué porcentaje tiene de responsabilidad tiene en esta situación el sistema educativo?

No soy capaz de calibrar el nivel de responsabilidad del sistema educativo, pero es indudable que muchos chicos y muchas chicas de los que consideramos NINIS pueden haberse visto excluidos del sistema educativo. O, por lo menos, así lo han vivido ellos. Por mi experiencia trabajando en la formación de adultos, las personas que se dirigen a nuestro centro con la finalidad de reintegrarse en el sistema educativo y seguir estudiando deben, por una parte, tener la voluntad de reemprender sus estudios, tener un objetivo claro y la voluntad de alcanzarlo y, por la otra, encontrar un clima de convivencia y una metodología diferente de la que en el pasado ya les llevó a no superar sus estudios. No les podemos dar más de lo mismo porque el resultado ya lo conocemos.

A menudo pedimos a los estudiantes cosas para las que aún no están preparados. Necesitan un tiempo de maduración que los colegios y los institutos, por su concepción, no pueden o no saben dárselo. Afortunadamente, ahí estamos los centros de formación de personas adultas y otras instituciones que posibilitan que estas personas, en cualquier momento, puedan reemprender sus estudios. A menudo llegan a nuestro centro chicos y chicas procedentes del fracaso escolar, a los que después de uno, dos o tres años, más maduros y en un entorno de aprendizaje que les devuelva las ganas por aprender, están plenamente capacitados para cursar un ciclo formativo o, en casos puntuales, un bachillerato con garantías de éxito.

Lamentablemente no siempre es así. Desde los centros de formación de personas adultas podemos ayudar, orientar y facilitar a los estudiantes pero sin la voluntad de realizar el esfuerzo necesario para alcanzar los objetivos que se plantean, poco podemos hacer. Además, en muchos casos, el alumnado de estos centros tienen que compatibilizar sus estudios con cargas familiares y/o laborales que dificultan enormemente o directamente impiden que puedan seguir sus estudios. Sin una flexibilización de los horarios y las tareas difícilmente podrán alcanzar su objetivo.

3. ¿Cuáles son los límites en la educación de los inmigrantes adultos para posibilitar su integración en nuestra sociedad?

La formación es un elemento clave en la integración de las personas que llegan a nuestro país. El conocimientos de la lengua, o de las lenguas, y de la cultura y los códigos de funcionamiento de la sociedad de acogida son elementos esenciales en el proceso de integración de las personas inmigrantes. Una vez superada esta fase también hay que ofrecerles, para quienes lo deseen, la posibilidad de incorporarse de manera efectiva en el sistema educativo y/o de mejorar sus expectativas laborales. En ambos casos los centros de formación de personas adultas y otras instituciones que realizan formaciones análogas son un elemento clave en su proceso de acogida. 

En nuestros centros debemos ser conscientes de que nuestro rol va más allá de una función meramente formadora, ya que a menudo somos la puerta de entrada en la sociedad para estas personas. No obstante, las necesidades los inmigrantes y las inmigrantes que llegan a un nuevo país son muchas y muy diversas, por lo que el proceso de acogida se tiene que diseñar desde diferentes perspectivas y diferentes instituciones. Nuevamente nos encontramos con magníficas iniciativas a nivel local que integran todas estas actuaciones y las ponen al servicio de las personas que más las necesitan, pero también, nuevamente, suelen ser actuaciones aisladas que dependen de la voluntad y de la sensibilidad de las administraciones locales. El diseño de políticas efectivas de acogida, a nivel estatal o autonómico, con los recursos humanos y económicos adecuados, es imprescindible para dar una respuesta adecuada a este sector de la población.

4. Cada vez hay más iniciativas de formación que inciden en lo que denominamos segunda oportunidad, en la mayoría de gestión privada. ¿Cuál es su valoración sobre estos centros?

Por lo general, al profesorado de los centros de formación de personas adultas no nos gusta el término de segunda oportunidad. Algunos compañeros y compañeras prefieren hablar de nuevas oportunidades, pero personalmente tampoco me gusta este concepto. Afortunadamente, el sistema educativo actual ofrece la posibilidad de continuar estudiando y formándose en cualquier momento de la vida de una persona. No hay segundas, ni terceras oportunidades…las posibilidades de continuar formándose o de integrarse en el sistema educativo son continuas a lo largo de la vida. 

Como comentáis, no es inusual que surjan nuevas iniciativas privadas, incluso, a menudo promovidas desde las administraciones y subvencionadas con fondos públicos. A mi entender, las iniciativas privadas son muy loables y realizan una gran función, especialmente donde las iniciativas públicas no podemos llegar. Nuevamente la colaboración de todos los centros que nos dedicamos a estas tareas, sean públicos o privados, no hacen más que ofrecer una mayor y mejor oferta a las personas que quieran reemprender sus estudios

Lo que no puedo entender es que el dinero público se destine a iniciativas privadas cuando existe una red de centros públicos con un gran bagaje y una gran experiencia en este campo, con resultados contrastados y, a menudo, infrafinanciados y con una falta de recursos evidentes. Ciertas iniciativas políticas, anunciadas con bombo y platillo y con una gran dotación económica, dejando de lado a los profesionales del sector, me parecen más una operación de marketing político que una verdadera intención de solucionar problemas.

5. Resuma, por favor, el proyecto educativo del centro. ¿Cuáles son los elementos diferenciales que destacaría? ¿Qué valores defiende de manera especial su proyecto educativo y cómo los integra?

Es difícil resumir todo lo que hace un centro de formación como el nuestro. Atendemos a colectivos de personas muy heterogéneos con intereses, necesidades y expectativas muy diferentes: colectivos de inmigrantes que llevan poco tiempo entre nosotros y que quieren aprender la lengua del país, chicos y chicas procedentes del fracaso escolar que quieren reincorporarse al sistema educativo, estudiantes de otros países que ya conocen la lengua y también quieren reincorporarse al sistema educativo para mejorar sus expectativas laborales, trabajadores y trabajadoras en activo que quieren mejorar sus prestaciones laborales a través del aprendizaje de una lengua extranjera o de la mejora de su competencia informática, jubilados y jubiladas que quieren estudiar aquellos contenidos que no pudieron estudiar en su día o ponerse al día con las nuevas disciplinas como el uso de las Tecnología de la Información o la Comunicación… Una diversidad enorme que requiere una flexibilidad enorme. Sin duda creo que esto es lo que mejor define a nuestro centro, la flexibilidad, tanto para adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios de nuestro centros, como para integrar nuevas propuestas metodológicas y nuevas modalidades de enseñanza aprendizaje y todo ello con un uso intensivo de las TIC adaptadas a nuestro proyecto. 

El CFA Palau de Mar, a lo largo de su historia ha tenido que reinventarse varias veces y afrontar dos traslados de ubicación. Hasta el 2006 nuestro centro fue la sede de los programas que permitían la obtención del graduado escolar y el graduado en educación secundaria a distancia en Cataluña. Con la pérdida de estos estudios se instauró un proyecto educativo basado en la autoformación integrada. Con el tiempo dicho proyecto ha ido evolucionando con la incorporación de la Flipped classroom, el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje por indagación, la instauración de la semipresencialidad y la recuperación, en los últimos años de la formación a distancia. No obstante, como decía, el proyecto no es homogéneo en todos los estudios que ofrecemos, ya que estas metodologías se combinan de una forma u otra en función de la materia a impartir y de las necesidades del alumnado de cada una de ellas.

Todo ello nos permite potenciar tres elementos que considero clave en nuestro proyecto educativo: la atención personalizada de los estudiantes y, en consecuencia, la atención a la diversidad; el trabajo colaborativo y el aprendizaje entre iguales y, finalmente, el fomento de la autonomía del alumnado, es decir la competencia de aprender a aprender.

6. El centro es una referencia en la autoformación integrada a través de la tecnologías y ofrece una modalidad de estudios semipresencial. ¿En qué consiste esta metodología? ¿Cómo se combina el trabajo en red con el trabajo presencial en el centro?

La autoformación integrada es una modalidad de enseñanza y aprendizaje presencial en la que se combina el formato tradicional del profesor con el grupo clase con el trabajo de autoformación del alumnado. De esta manera, los estudiantes durante parte de su horario lectivo acuden a clase, pero el resto del tiempo, que puede variar entre el 33% y el 67% del tiempo según los grupos, lo dedican a realizar actividades de aprendizaje de forma autónoma en el aula de autoformación o de informática del centro. Como comentaba anteriormente, este formato promueve mucho tanto la autonomía del alumnado como el trabajo colaborativo entre ellos.

Con ello también se libera una importante bolsa de horas lectivas del profesorado que, básicamente, se emplean en la atención individualizada del alumnado en el aula de autoformación. No obstante dichas horas también las utilizamos para el diseño de actividades lectivas diversas, como talleres de refuerzo de diversas materias, la presencia de dos docentes en clases en que se desarrolla un aprendizaje basado en proyectos (ABP), acompañamiento del alumnado en la realización de dichos proyectos, etc. 

Siguiendo esta línea de flexibilización de los horarios, en determinados estudios, como en el graduado en educación secundaria o los niveles altos de informática, hemos evolucionado hacia la semipresencialidad optativa, en la que el alumnado elige realizar las actividades de autoformación en el centro o fuera de él. De esta manera se reduce mucho el tiempo que los estudiantes deben permanecer en el centro de forma obligatoria.

En última instancia, desde hace un par de años hemos recuperado la formación a distancia, con un soporte presencial. En ella los estudiantes encuentran en el aula virtual los materiales de aprendizaje y deciden si realizan las actividades propuestas fuera del centro o si acuden a él para trabajar bajo la supervisión de su tutor o tutora.

En todos estos modelos el aula virtual del centro, un entorno virtual de aprendizaje creado con la plataforma Moodle, es un elemento clave para la comunicación entre el alumnado y el profesorado y nos permite dar una continuidad fuera del aula del trabajo que se realiza en ella.

7. ¿No cree que mejoraría la colaboración si dispusiera de la página web en castellano?

Sin duda. En el CFA Palau de Mar consideramos la página web del centro como un elemento clave de comunicación y de cohesión de la comunidad educativa y dedicamos mucho tiempo y muchos recursos en actualizarla y en publicar información sobre las distintas actividades que se realizan en el centro. No obstante, mantener la página en más de un idioma, más allá de la lengua catalana que es preceptiva en Cataluña, queda totalmente fuera de nuestras posibilidades.

Por otra parte, también estamos muy sensibilizados con la necesidad de colaborar con otros centros y otras entidades e intentamos estar presentes en todos los foros a los que nos invitan para difundir nuestro proyecto pedagógico. Es por ello que acostumbramos a producir muchos recursos, en diferentes formatos (artículos, videos, entrevistas,….), a menudo en castellano, y que nos ayudan en esta tarea.

8. ¿Qué ofrecen las TIC para facilitar la educación de los adultos en peligro de exclusión? 

Simplificando, creo que podríamos resumir la importancia de las TIC en nuestro centro en tres ejes. El primero, centrado en el aula virtual y pero también en otras herramientas TIC, es una de las piedras angulares de nuestro proyecto educativo, ya que nos permite dar soporte a las actividades de autoformación que debe realizar el alumnado, ya sea en el propio centro o fuera de él.

En segundo lugar, las TIC nos sirven de soporte a las innovaciones pedagógicas que vamos introduciendo: flipped classroom, ABP, impresión 3D, programación… Como decía antes, ofrecer un tipo de formación diferente a la tradicional nos parece fundamental, especialmente para integrar a aquellos alumnos y alumnas en los que una visión más transmisiva y memorística no les ha permitido continuar en el sistema educativo.

Y por último, no debemos olvidar las competencias TIC que adquiere el alumnado. En una sociedad altamente tecnificada como en la que nos ha tocado vivir, las competencias en TIC son fundamentales para cualquier ámbito de la vida: profesional, social, personal… Para aquellas personas que aún están en edad laboral o que aún no han iniciado su andadura profesional, dichas competencias les confieren unas mayores perspectivas de encontrar trabajo y/o unas mejores condiciones laborales. Por otro lado, a las personas en edad de jubilación les permiten romper la brecha digital, especialmente por lo que se refiere a las mujeres.

9. El CFA Palau de Mar se encuentra en el barrio del Eixample en Barcelona. ¿Cómo valora la doble relación con el Ajuntament de Barcelona y la Generalitat y la figura del Consorci d´Educació?

La situación del CFA Palau de Mar por lo que se refiere a las distintas administraciones con las que nos relacionamos es compleja. En el 2003 tuvimos que abandonar las instalaciones que ocupábamos en el edificio Palau de Mar en el barrio de la Barceloneta, del cual nuestro centro toma su nombre. Desde entonces hemos estado en dos ubicaciones distintas de forma provisional y aún estamos a la espera de saber que va a pasar con nuestro centro en el futuro. Actualmente ocupamos un espacio compartido con otro centro de formación de personas adultas, el CFA Can Batlló, de titularidad municipal, en un edificio gestionado por la Diputación de Barcelona. Todo ello hace que determinados temas sean complicados de gestionar, especialmente cuando aparecen recelos entre las diferentes administraciones.

Nuestro referente es el Consorci d’Educació de Barcelona, participado por el Ajuntament de Barcelona y el Departament d’Educació, que entre otras, tiene asignadas las tareas propias de los servicios territoriales de la Consejería de Educación para la ciudad de Barcelona. Con el Ajuntament de Barcelona, la relación es prácticamente inexistente, más allá de tener un representante en el Consejo Escolar del centro.

En general la relación con el Consorci es fluida. No obstante, las diferencias de criterio entre la administración educativa y los centros sobre la formación de personas adultas son importantes. Desde las escuelas nos cuesta mucho visibilizar y poner en valor la tarea que estamos realizando y es obvio que esta etapa educativa no está entre las prioridades de la administración educativa de Cataluña. Una prueba de ello es justamente la situación en que se encuentra nuestro centro, sin una ubicación definitiva desde hace más de 16 años, con una falta de espacios que condiciona seriamente nuestro proyecto educativo y con una dotación de profesorado insuficiente que nos ha obligado a cerrar grupos y, en consecuencia, reducir el número de estudiantes matriculados en los últimos cursos.

De hecho, en Cataluña, existe un doble modelo de centros públicos de formación de personas adultas, los de titularidad municipal y los que dependemos del Departament d’Educació. Los primeros pueden ofrecer propuestas formativas más flexibles, adaptadas a los intereses y las necesidades del territorio. En cambio, los centros que dependen de la Generalitat sólo podemos ofrecer los cursos definidos en los currículos oficiales, que son muy rígidos. En mi opinión esto es un error ya que las necesidades formativas del territorio, en cuanto a contenidos, duración, modalidades de formación, etc. son muy distintos. Como distintos son los perfiles socioculturales de los potenciales usuarios y usuarias de las escuelas de adultos. Es por ello que, independientemente de la titularidad de los centros, la gestión de la oferta formativa que ofrece cada centro debería nacer de las necesidades de su entorno, de su población y no desde los despachos del Departament d’Educació. Y en este modelo los ayuntamientos y en el caso de Barcelona los ayuntamientos de distrito, deberían jugar un papel fundamental.

10. ¿Qué relación hay entre las actividades del centro y la vida y los recursos del barrio? 

Como decía, de una forma u otra, todos los centros educativos son un reflejo del entorno social en el que están situados. No obstante, creo que en algunas etapas educativas esto se acentúa aún más y la formación de personas adultas es una de ellas. Las necesidades formativas del Eixample de Barcelona, con una población con un nivel socioeconómico medio-alto son muy distintas a las que se pueden dar en otros barrios de la ciudad, con unas tasas de paro muy superiores, con grandes índices de inmigrantes, con un nivel de estudios de la población muy inferior e, incluso, con un nivel de fracaso escolar en los institutos del entorno muy superiores.

Por otro lado, el hecho de que el centro haya ido cambiando de sede e incluso de barrio complica su arraigo en el entorno. Además, la ubicación actual del centro, situado en un antiguo recinto industrial, no favorece su visibilidad.

En esto tenemos un hándicap importante respecto a otros centros de la ciudad de Barcelona que están mucho más integrados en la vida social y cultural del barrio. Somos conscientes de todo ello y estamos intentando paliar esta situación contactando con alguna entidades presentes en el barrio. De hecho, en un futuro más o medio inmediato, queremos poner en marcha alguna experiencia de aprendizaje servicio, para que algunos de los proyectos de aprendizaje que realizamos en el centro tengan una incidencia social en el entorno.

11. ¿Cómo favorecen el aprendizaje colaborativo entre los profesores del centro? 

Además de las reuniones de coordinación de las diferentes enseñanzas, desde hace bastantes años hemos incorporamos en nuestra programación anual lo que llamamos las sesiones tecnopedagógicas. En en ellas nos reunimos todo el profesorado del centro para formarnos sobre algún tema en concreto, compartir experiencias, discutir sobre temas que nos preocupan, etc. Generalmente son sesiones autogestionadas por el propio profesorado del centro, aunque puntualmente invitamos a personas externas para que nos den alguna charla o diseñen alguna formación

Junto a ello también reservamos espacios de coordinación en los que participa el profesorado de las materias involucradas en un determinado proyecto de aprendizaje del alumnado. Personalmente, diseñar actividades, programarlas e impartirlas de forma conjunta con mis compañeros y compañeras es una de las actividades que más me enriquecen.

12. ¿Dispone el centro de espacios y oportunidades para experimentar? 

Como he comentado anteriormente, la falta de espacios adecuados es uno de los principales problemas que tiene que afrontar el centro. La situación de provisionalidad que vivimos desde 2003 y el hecho de no tener una ubicación propia condicionan muchísimo las actividades que podemos realizar. Actualmente tenemos cuatro aulas: una de autoformación, una de informática y dos aulas ordinarias. Y con ellas tenemos que dar respuesta a los 26 grupos que ofertamos. Ello nos obliga a tener que ofrecer determinados cursos en horarios que son muy poco apropiados, especialmente para las personas que trabajan.

No sé si es debido a esta falta de espacios, pero una de mis obsesiones como director ha sido la de adecuar los espacios de trabajo al cambio metodológico que está experimentando al centro. De momento esta transformación ha consistido en la decoración de las aulas y en la sustitución del mobiliario, con la finalidad de agrupar las mesa y sillas en una disposición que favorezca la comunicación entre el alumnado y las metodologías activas de aprendizaje. No obstante, ya estamos trabajando en un proyecto para trasladar la sala de profesores, el espacio más grande de que disponemos, e instalar en ella un espacio polivalente de trabajo para el alumnado. Sin embargo, dado que dicha actuación tendrá que ser financiada con recursos propios del centro, deberá demorarse algunos cursos y, sin duda, hipotecará la situación económica del centro para poner en marcha otros proyectos.

13. ¿En qué apartado pediría una mayor autonomía a la normativa para desarrollar el proyecto del centro?

Justamente una de la reivindicaciones tradicionales de los centros de la Generalitat de Catalunya es la de poder disponer de autonomía para diseñar propuestas formativas adaptadas al entorno de cada centro. El modelo actual, muy rígido tanto por lo que afecta al contenido de los cursos como a su horario y duración, quizás tuvo sentido en un período en el que era necesario homogeneizar los estudios que se impartían en las diferentes escuelas y poder certificar el nivel adquirido. Pero a la larga, este sistema condiciona mucho el acceso a determinadas personas que demandan propuestas más flexibles. En mi opinión, deberíamos tender a un sistema mixto en el que quien acceda a un centro de formación de personas adultas con la intención de certificar un determinado nivel de conocimientos pudiera hacerlo, pero en el que también hubiera espacio para las personas que simplemente se quieren formar por el placer de aprender.

14. ¿Qué papel desarrolla la inspección educativa en el proyecto del centro?

Lamentablemente, la formación de personas adultas es la gran desconocida y la gran olvidada del mundo de la educación y tengo la sensación de que la inspección educativa no es ajena a esta dinámica. En mi opinión, la política para designar a los inspectores o inspectoras de las escuelas de adultos gestionadas por el Consorci de Educación de Barcelona ha sido errática en los últimos años. 

En los poco más de siete años que llevo de director he vivido tres modelos distintos. Inicialmente se nos asignaba al inspector o inspectora correspondiente a la zona en que estaba ubicado el centro. Posteriormente se asignó una única inspectora para todos o casi todos los centros de la ciudad. Y, actualmente, después de un período en que se nos volvió a asignar al responsable de la zona, dos inspectores y una inspectora se reparten todos los centros de formación de personas adultas de la ciudad de Barcelona. 

En mi opinión, este modelo puede aportar muchas ventajas, no obstante, está por ver si las prioridades de la inspección educativa están en la línea de apoyar los proyectos educativos de los centros, especialmente los que han demostrado su valía. De momento parecen más preocupados por que los centros de personas adultas cumplamos con normativas más propios de otras etapas educativas que poco o nada tienen que ver en lo que, en mi opinión, debería ser una una escuela de adultos

15. Por último, ¿se corresponde la normativa vigente en nuestro país a las necesidades de aprendizaje y de titulación de los adultos? 

La gestión de la formación de personas adultas en Cataluña, como en la mayoría de comunidades, depende del gobierno autonómico, por lo que a nivel del Estado español nos encontramos con diferencias significativas entre los distintos territorios. 

En Cataluña tenemos una ley de formación de adultos que data de 1991. Si bien se trata de una ley que presenta algunos aspectos muy novedosos que aún hoy en día serían de gran utilidad, nunca llegó a desplegarse plenamente. En en otros aspectos, obviamente, ha quedado totalmente desfasada. Igualmente podríamos decir de determinados currículos que ya llevan casi veinte años a sus espaldas. 

Pero más allá de la necesaria actualización de la normativa, creo que es necesaria y urgente una reflexión sobre qué significa el aprendizaje a lo largo de la vida hoy en día, qué papel deben jugar las administraciones públicas en su impulso y promoción y qué papel deben jugar los diferentes actores, entre ellos los centros de formación de personas adultas.

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