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Todos educamos

De manera creciente la Escuela se ve desbordada por las responsabilidades que se le demandan, situación en gran parte debida a la inevitable relevancia y complejidad que la educación ha adquirido en la sociedad actual, que bien podríamos identificar como sociedad del aprendizaje.

Siendo cierto que, incluso con la irrupción de Internet, la educación formal sigue siendo la principal vía de aprendizaje, no lo es menos que todos, y de manera inevitable, somos y hemos sido siempre actores en la educación. Un acercamiento que ignore esta realidad focalizando la atención de los problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad exclusivamente en el papel de los centros educativos, por extendido y aceptado que esté, es un planteamiento acomodaticio, si no abiertamente ideológico, que tiende a justificar la realidad en que vivimos como algo inevitable y difícilmente alterable.

Cuando decimos que “Todos educamos” queremos decir que, desde la posición que ocupemos y los intereses que defendamos, todos compartimos con los profesionales de la educación la responsabilidad de que nuestros niños y jóvenes adquieran los valores propios de una sociedad democrática, los conocimientos necesarios para su desarrollo personal y profesional, y la capacidad para aprender a lo largo de la vida.

El proceso que iniciamos desde la Asociación Educación Abierta en este 2019 con el proyecto “Todos educamos” tiene por objeto hacer evidente la responsabilidad compartida que cada persona tiene con la educación, cuando menos en su entorno más inmediato, y promover un diálogo calmado que nos brinde la oportunidad de repensar el cometido que están llamados a desempeñar los centros educativos en un mundo como el actual, crecientemente abierto, diverso y cambiante, en el que cada vez es más relevante para el futuro de las personas y de las sociedades su capacidad de aprender.

Este proceso lo vamos a iniciar con cinco talleres en abierto a los que invitaremos a cualquier persona que se sienta afectada a participar en la construcción de 100 preguntas críticas para el futuro de la educación. Como sucedió en el proceso Calmar la educación, todo el proceso será documentado y compartido.

En una segunda fase trataremos de dar respuestas a estas cuestiones desde perspectivas lo más diversas posibles, de manera que el proceso sirva para visualizar la riqueza y la pluralidad de la tarea de educar en el siglo XXI, así como para reflexionar sobre el futuro del sistema educativo.

Como punto de partida para este proceso hemos identificado cinco ideas desde las que partir. A saber:

  1. Más datos, menos educación.
  2. Lo que PISA no ve.
  3. La escuela recursiva; aprendizaje en común.
  4. El secuestro de la educación.  
  5. Los límites del autogobierno.

Nos gustaría poder contar con tu colaboración en este proyecto, ya sea con tu participación en los talleres, o a través de los espacios digitales que creemos con esta finalidad.

El primero de estos talleres, con una metodología de World Café, será el 23 de febrero en la sede de la fundación Botín en Madrid:
«El dato, más allá de la educación». Para inscribirte en el evento pincha aquí.

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