CARGANDO

Buscar...

AEA DebateCalmarEdu Voz profesionales de Referencia

«El aprendizaje cooperativo es algo muy distinto de poner a los alumnos a trabajar en grupos»

#CalmarEdu nº54. La gestión cooperativa del aula es más eficaz que la gestión individualista o competitiva. Las comunidades de aprendizaje y los grupos interactivos ratifican que la cooperación en el aula tiene más potencial que otras estrategias de enseñanza.

Hasta hace no mucho tiempo en educación se prestaba bastante atención a la forma en que interactuaban los alumnos con el material didáctico o a las relaciones entre el profesor y los alumnos, pero muy poca a las interacciones entre los propios alumnos. Afortunadamente, esto ha cambiado en los últimos años, en gran medida gracias al trabajo de David W. Johnson y Roger T. Johnson.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que todos los profesores, queramos o no, seamos conscientes o no, promovemos un determinado patrón de interacciones entre nuestros alumnos que puede ser: individualista, competitivo o cooperativo. Por diversos motivos, hasta ahora en las aulas predominaba el individualismo o la competición. Sin embargo, lo que las investigaciones han demostrado es que cuando los alumnos interactúan cooperativamente en el aula, esto tiene un impacto positivo en su aprendizaje, en su adaptación al entorno escolar, en sus relaciones con los demás compañeros y en su propia autoestima.

 

Resultados de la interdependencia social

Ahora bien, el aprendizaje cooperativo es algo muy distinto de poner a los alumnos a trabajar en grupos. Muchos profesores argumentan que al utilizar esta metodología el aprendizaje no sólo no mejora, sino todo lo contrario: se pierde mucho tiempo, algunos alumnos prefieren trabajar individualmente porque piensan que los demás les estorban, otros quedan aislados o se aprovechan del trabajo de los demás, etc. Lo que está ocurriendo en muchos de estos casos es que los alumnos están sentados en grupos, pero realmente están trabajando de forma individualista o compitiendo entre sí.

Para poder hablar realmente de aprendizaje cooperativo deben darse cinco elementos: la interdependencia positiva, la responsabilidad individual, la interacción promotora, el desarrollo de habilidades sociales y el procesamiento o autoevaluación del equipo.

 

Curva de desempeño de los grupos de aprendizaje.

Una de las claves para entender el aprendizaje cooperativo reside en comprender que estos cinco elementos no surgen de manera espontánea. Muchos profesores ven sus ventajas y deciden iniciarse en el aprendizaje cooperativo aplicando algunas estrategias en su aula. Lamentablemente, ocurre con frecuencia que estos intentos fracasan porque el aprendizaje cooperativo no se aplica de manera consistente, sistemática y durante el tiempo suficiente, los profesores y los alumnos no son del todo conscientes del sentido que tiene lo que están haciendo, no cuentan con el apoyo necesario del centro educativo (la dirección, otros compañeros, los padres…), o los alumnos aún no están aún preparados para trabajar de ese modo.

Conseguir que los alumnos aprendan a cooperar requiere de un esfuerzo sistemático del profesor (en realidad del compromiso de toda la comunidad educativa) por estructurar los cinco elementos fundamentales del aprendizaje cooperativo. Al principio, durante el primer año, esto requiere invertir un tiempo considerable en planificar cuidadosamente las clases y reflexionar después de la experiencia en el aula. Para ello el profesor debe aprender a observar con atención a sus alumnos y cómo interactúan, en lugar de centrarse en la metodología, que es importante pero solo un medio. Al cabo de aproximadamente dos años los profesores adquieren un hábito y consiguen estructurar el aprendizaje cooperativo en sus clases de manera natural. En el Centro de Aprendizaje Cooperativo se desarrollan programas de acompañamiento a profesores que durante el primer año trabajan en planificar, implementar, documentar y reflexionar en equipo acerca de la implementación de una sola lección de cada uno de los tipos de aprendizaje cooperativo (formal, informal, grupos base y controversia). Parece poco, pero realmente es mucho lo que se puede aprender si los profesores conseguimos encontrar un tiempo, en el ritmo de trabajo vertiginoso que exige un colegio, para pararnos a reflexionar con otros compañeros sobre nuestro trabajo en el aula. El esfuerzo se verá recompensado por los frutos que observaremos en nuestros alumnos.

Nicolás Muracciole Boldt es Co-Director del Centro de Aprendizaje Cooperativo

Aquí puedes leer las 101 propuestas y otros artículos como este. Este artículo forma parte de la reflexión conjunta del proceso Calmar la Educación. Seguiremos publicando otras opiniones de personas relevantes del mundo educativo. Queremos generar un espacio de debate plural y abierto a todas las personas interesadas en la transformación educativa.

Etiquetas

3 Comentarios

  1. Sylvia 14 mayo, 2018

    Trabajar en equipo de forma cooperativa es algo más que implementar alguna estructura cooperativa. Es fundamental evaluar. Evaluar el funcionamiento de las estructuras cooperativas, evaluar el funcionamiento del equipo, … Si no incorporamos la evaluación a través del Plan de equipo, del Diario de Sesiones, … (hay más instrumentos ) no podemos decir que trabajamos con cooperativo.

    Responder
    1. Maria Feliciano 21 septiembre, 2019

      Me encantaría tener mesas en mi segundo grado de escuela publica, pero no hay dinero en nuestra escuela

  2. MARCO SALTOS SALGADO 21 enero, 2020

    Definitivamente, el aprendizaje cooperativo es muy diferente al aprendizaje tradicional en el predominaba el individualismo o la competición, en la actualidad esta nueva forma de enseñar a dado un giro de significativa importancia puesto que permite a los estudiantes trabajar en grupos que mejora sus relaciones con los demás compañeros y aporta a su propia autoestima.

    Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.