Ana Hernández, la presencia del maestro
El pasado mes de mayo, conversamos con Ana Hernández, profesora de ESO en el IES Julio Verne, sobre su experiencia y reflexiones durante el período confinamiento y de enseñanza virtual. Esta conversación contribuyó a construir el artículo «La presencia del maestro». Aprovechamos para agradecer a Ana y al resto de profesores/as participantes su disponibilidad para responder a estas preguntas.
1. ¿Cómo compaginas el desempeño de tus tareas con tu vida personal?
Con muchas dificultades. Al principio, lógicamente, fue peor, pero con el paso de los días intentamos organizarnos por turnos de trabajo y hacer un organigrama de horas de estudio. Tengo una hija en edad escolar y es complicado ser profesora, madre de alumna, equipo directivo y todo a la vez.
2 ¿Cuál es la mayor dificultad que encuentras en la enseñanza en confinamiento?
La mayor dificultad ha sido, sin duda, la complicación para llegar a todos los alumnos y alumnas. Rescatar a los/las desenganchados/as y desconectados/as está siendo muy difícil.
Además, el no poder ver a los/las alumnos/as todos los días produce una ruptura del vínculo emocional con ellos (y entre ellos) que dificulta el proceso de aprendizaje.
3. ¿Qué has echado más de menos de la relación pedagógica presencial?
Sin duda alguna, el contacto con los/las alumnos/as. Hablarlos, escucharlos, tenerlos cerca…
4. Aunque no llevamos tanto tiempo en esta situación, ¿cómo dirías que han evolucionado las actitudes, destrezas y disposición de tu alumnado desde que empezó la cuarentena? ¿Y las del claustro?
En un principio, fue muy desconcertante para todos, alumnos y profesores. Nos costó mucho abrir vías de contacto con los/las alumnos/as y sus familias y establecer métodos de trabajo no presenciales. Los/las alumnos, actualmente, llevan trabajando mucho durante muchas semanas y ya empiezan a sentirse muy cansados. A algunos les ha costado mucho adaptarse al sistema y van más despacio. Cuando se produjo la noticia del cierre de los centros educativos, no hubo margen de reflexión entre los docentes sobre los mecanismo que teníamos que poner en marcha para plantearnos una educación online y esto provocó un exceso de tareas un poco descontrolado y que, poco a poco, hemos ido puliendo. Nos preocupaba mucho que los alumnos siguieran aprendiendo y perdimos de vista que no podíamos hacer lo mismo que haríamos si los alumnos estuvieran en sus clases presenciales habituales.
Cuando se produjo la noticia del cierre de los centros educativos, no hubo margen de reflexión entre los docentes sobre los mecanismo que teníamos que poner en marcha para plantearnos una educación online.
En el caso del claustro, ha sido maravilloso ver cómo todos nos hemos puesto las pilas con las competencias digitales y hemos aprendido cientos de recursos para las clases online. En mi centro ahora tengo auténticos expertos en plataformas educativas para la educación en casa. Poco a poco se va notando también el cansancio y más cuando las noticias que llegan de las administraciones públicas con respecto a la planificación del fin de curso y el comienzo del siguiente son constantes, contradictorias, y esto, desde luego, no ayuda a que los profesores y equipos directivos estemos muy tranquilos.
5. ¿De qué manera ha afectado esta situación a la relación entre las familias del centro y el profesorado? ¿Hay mayor comunicación? O, por el contrario, ¿percibes mayor distancia?
Existe una mayor comunicación con las familias gracias a la magnífica labor de los tutores de los grupos, que están haciendo un trabajo inmenso por no dejar a ningún alumno/a atrás. Hemos tenido que apoyarnos mucho en las familias para sacar esta situación adelante y las familias han estado a la altura de las circunstancias colaborando en todo momento. Están siendo muy generosos con todos nosotros porque han comprendido siempre que esto era nuevo para todos y necesitábamos adaptarnos a la nueva situación, además de corregir muchos errores que cometimos al principio.
Hemos tenido que apoyarnos mucho en las familias para sacar esta situación adelante y las familias han estado a la altura de las circunstancias colaborando en todo momento.
Algunas familias han sufrido y están sufriendo situaciones muy complejas: pérdida de familiares, pérdida de empleo, etc. y debemos ser conscientes de sus situaciones para no forzar la máquina y que los alumnos estén atendidos sin sufrir el estrés añadido de las tareas escolares. Por eso es tan importante que no dejemos de estar en contacto con ellos y dedicarles unas palabras de ánimo, apoyo…que les haga sentir que son muy importantes para nosotros, aunque no podamos estar tan cerca como nos gustaría.
