CARGANDO

Buscar...

AEA Conversatorios Voz profesionales de Referencia

“Debemos reivindicar la cultura de lo abierto”, conversatorio con Tíscar Lara, Directora de Comunicación de la Escuela de Organización Industrial (EOI)

“La educación que soñamos”

Hace mucho tiempo que hablamos (soñamos) de “educación abierta”, pero en los últimos años el concepto ha ido perdiendo presencia en el debate público, bien porque ya se ha incorporado y asumido, bien porque ha perdido vigencia, en cuyo caso hemos de reivindicarlo, afirma Tíscar Lara, Directora de Comunicación de la Escuela de Organización Industrial (EOI), con quien tuvimos ocasión de conversar el pasado 23 de abril en el club Matador. Tíscar es una referencia en el mundo educativo y fue pionera en el uso de herramientas de la web social.

Para abordar el debate, propone un análisis comparativo de las dos últimas décadas, que muestran dos tendencias diferenciadas en el uso de la tecnología, la reflexión que suscita y su incidencia en la transformación educativa:

Por un lado, podemos identificar el comienzo de siglo con el entusiasmo en torno al concepto de apertura, analizando una serie de fenómenos que comienzan en 2001: creación de la Wikipedia, los Creative Commons, inicio del fenómeno de los blogs, etc. Todo ello repercute en el mundo educativo a través de la generación de recursos educativos en abierto, el desarrollo de software libre, plataformas como Moodle, la aparición de sistemas de código abierto como Android, el mobile learning, etc. Es un año en que “ocurren cosas que desafían lo establecido en el mundo educativo”, y empieza a emerger “una ideología de lo abierto, de lo libre, de lo compartido”, afirma Tíscar.

Durante la segunda década, en cambio, desde 2011, aparecen y se extiende el uso de las redes sociales. Se mueve el foco y “pasamos de un modelo federado (blogs) a uno más centralizado (Facebook, Twitter, etc.)”. El discurso del software libre pasa a otro plano, deja de ser predominante. En educación, aparecen los MOOC, que son, como las redes sociales, centralizados y masivos, y sustituyen a Moodle como escuela virtual, como amplificación o extensión del entorno educativo. “Si uno no se esfuerza mucho, esa tecnología (MOOC) te lleva a una formación online menos abierta que las anteriores”, señala Tíscar.

“Reivindicar la cultura de lo abierto”

Actualmente, proliferan distopías tecnológicas, que proponen situaciones que nos resultan plausibles y, por tanto, especialmente inquietantes. Ya no se habla de identidad digital, sino que cada vez tiene más peso la idea de “marca digital”, sobre todo en plataformas como Instagram. Además, nos encontramos en un momento determinante para el análisis crítico de la información, por la cantidad de intentos de condicionar nuestra mirada (a través de algoritmos, “fake news”, etc). Lo preocupante no es solo que no seamos conscientes, sino que lo seamos pero entremos en un estado de desidia e indiferencia: “debemos aspirar a una posición más informada y crítica”.

En el entorno educativo, por un lado, durante unos años se incentivó la introducción de las TIC en el aula. Por otro, la extensión del uso doméstico ha crecido exponencialmente, si tenemos en cuenta que “uno de cada cuatro niños de diez años tiene un smartphone y la práctica totalidad de los de 15 años”. Tíscar se pregunta entonces, si estos dos fenómenos, que han ocurrido simultáneamente, han servido para extender el concepto de educación abierta “no tanto como introducción de tecnología en el aula sino como intento de expandir el aula”, porque sabemos que más tecnología no provoca por sí misma cambios, sino que “hacemos lo mismo pero con más “cacharritos””, ironiza.

Mientras una frase como “los alumnos actuales van a tener trabajos que aún no se han inventado” se convierte casi en un lugar común, muchos colegios prohíben el uso del móvil en el aula y Francia incluso trabaja en una ley con el mismo objetivo. Tíscar, en cambio, defiende asumir una actitud activa frente a ese escenario, aunque lo considera exagerado, y preguntarnos “cómo podemos educar a niños que van a vivir un mundo tan diferente del actual”. Nuestra sociedad es cada vez más compleja, lo que requiere educar no tanto en el uso de la tecnología, como “en el conocimiento, pensamiento crítico y actitud creativa para hacer otras cosas con esa tecnología”,  concluye Tíscar, “reivindicando la cultura de “lo abierto”.

Etiquetas

1 Comentario

  1. JFCalderero 22 mayo, 2018

    OK. Con un matiz; a tu frase «Nuestra sociedad es cada vez más compleja, lo que requiere educar no tanto en el uso de la tecnología, como “en el conocimiento, pensamiento crítico y actitud creativa para hacer otras cosas con esa tecnología”» Yo añadiría… con esa tecnología, con otra, o sin tecnología.
    Creo que la educación y el desarrollo humano en general pueden mejorar mucho con la TI pero… no convirtamos un medio en un fin.

    Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.