«Si queremos educar en el pensamiento crítico-constructivo, Internet es la piedra filosofal.»
Lo que nunca nadie había, ni siquiera, imaginado era el poder reunir todo el conocimiento universal y ponerlo a disposición de todo el mundo de una forma sencilla, rápida y gratuita. En este sentido podemos decir que hay un antes y un después en la historia del conocimiento.
La existencia de Internet ha cambiado nuestra forma de informarnos, de comunicarnos, de entender el mundo que nos rodea. Nos ha afectado en todas las áreas de nuestra vida tanto a nivel personal como profesional.
Pero, ¿qué supone para la educación?, o mejor dicho, ¿qué debería suponer para la educación?
Internet nos da acceso a una información y un conocimiento muy valiosos pero también supone la entrada a un “submundo” de falsas verdades, de comentarios e informaciones muy cuestionables en su forma y en su contenido. Lo primero que debemos hacer en educación en enseñar a utilizar de forma correcta todo el potencial de internet. Enseñar que en Internet se puede encontrar todo tipo de información, información buena pero también información cuestionable. Enseñar a discernir lo bueno de lo malo, a valorar las fuentes de confianza y a entender que puede que incluso fuentes fiables tengan puntos de vista distintos y ambos válidos, al igual que en la vida real. Tenemos que enseñar y aprender a cuestionar la información de Internet, a contrastar dicha información y finalmente debatir diferentes informaciones o puntos de vista.
En definitiva un proceso que nos ayude a desarrollar nuestro sentido crítico de la información, nuestro pensamiento, nuestra facilidad para sintetizar, nuestra flexibilidad para entender que pueden existir diferentes opiniones, nuestras habilidades para ser personas más abiertas y entender mejor el mundo que nos rodea.
Si queremos educar en el pensamiento crítico-constructivo internet es la piedra filosofal.
Internet nos pone en la palma de la mano toda la sabiduría del mundo y por supuesto también toda la estupidez, que no es poca. Pero de todo se puede aprender de lo bueno y de lo malo, lo importante es desarrollar un sentido crítico, una mentalidad abierta a la existencia de diferentes opiniones, una sensibilidad especial para escuchar, habilidad para debatir, generosidad y criterio para compartir nuestras ideas; en definitiva, un espacio para el descubrimiento la reflexión el debate y de este modo poder seguir alimentado la sabiduría de Internet y la evolución de la sociedad.
En definitiva, dar a conocer todo el potencial de Internet y enseñar a su utilización correcta debería ser una de las prioridades más importantes y básicas del sistema educativo de cualquier país y un derecho universal.
Francisco Hortigüela: Director de Marketing de Samsung Electronics. Director de Comunicación, Ciudadanía Corporativa y Relaciones Institucionales. Ingeniero Técnico de Telecomunicación, trabajando en el mundo de la tecnología desde 1988. Creo en la formación continua, por ello he seguido distintos cursos de formación en diferentes centros como IESE, ESADE, ESSEC, o San Telmo y seguiré aprendiendo siempre que pueda.
