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AEA Conversatorios

«La fatiga de la educación», conversatorio con Miguel Ángel Rodríguez Felipe, subdirector de Estudios y Programas de la FAD, y Anna Sanmartin Ortí, coordinadora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD.

Si buscamos el significado de fatiga en el diccionario, podemos encontrar diferentes definiciones como la que nos ofrece el Diccionario de la Real Academia Española.

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Definición encontrada en la versión online del Diccionario de la Real Academia Española. Visitada el 19/07/16

Una que podría aunar estas y aplicarse al post que nos ocupa podría ser “imposibilidad física, psíquica u orgánica de continuar un trabajo con igual ritmo, incapacidad provocada por el mismo trabajo, por su intensidad o por falta de adaptación del sujeto” (Glosario Web).

La fatiga de la que hablamos es la que parece presentar el Sistema Educativo Español. Una fatiga sobre la que diferentes investigaciones se han hecho eco, de manera más o menos directa, en los últimos años.

Pero, ¿está realmente el sistema educativo y sus profesores fatigados? ¿Reflejan las investigaciones que lo afirman la situación real? ¿Es todo tan desesperanzador? ¿Cuáles son las visiones alternativas que encontramos al respecto? ¿Qué retos se nos plantean y cómo afrontarlos?

Para conocer la situación de la educación en España y los resultados de un Estudio prospectivo sobre el futuro de la educación en España, nos reunimos con Miguel Ángel Rodríguez y Anna Sanmartín de la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) el pasado 12 de Julio en la sede de la UNIR (Universidad Internacional de la Rioja) en Madrid, dentro del Ciclo de Encuentros sobre Temas Actuales de Educación.

Los programas que desarrolla la FAD tienen el objetivo de potenciar habilidades en las personas para que sean capaces de tomar decisiones, lo más crítica y autónomamente posible, en relación al consumo de drogas. En este sentido, con el tiempo la FAD ha ido desarrollando toda una serie de programas relacionados con la educación en valores.

El origen de este estudio surgió tras un proyecto educativo (Acción Magistral) cuyo objetivo era potenciar y apoyar a los docentes españoles que trabajan en valores dentro del aula. Tras años de experiencia con este proyecto, se dieron cuenta que tenían gran cantidad de información y experiencia que podían emplear para analizar la situación actual y futura de la educación. Desde Acción Magistral se ha estudiado la realidad de la educación a través de dos investigaciones:

        “La Educación en España: Lo que dicen los números”: El panorama de la educación en España y su situación en relación con el resto de Europa por medio de revisión bibliográfica y recogida de datos estadísticos.

   “La educación en España: El Horizonte 2020”: Estudio prospectivo sobre el futuro de la educación no universitaria en España, a partir de la consulta a 200 docentes y expertos de diferentes perfiles.

Profundizando en la segunda investigación, Anna Sanmartín y Miguel Ángel Rodríguez nos plantean como objetivos del estudio conocer, por medio de la metodología Delphi:

         cómo creen los docentes y expertos que será la educación en España en los próximos 5 años.

         qué dilemas tendrá que afrontar el sistema educativo.

         qué oportunidades y alternativas surgirán.

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Los participantes, algo más de 200 docentes y expertos, respondieron a los dilemas-preguntas por medio de una encuesta online. Se buscaba consensos mayoritarios y por ello las propuestas que finalmente se señalan han sido planteadas por al menos tres de cada cuatro expertos y docentes consultados.

Concretamente, se ha preguntado sobre  temas relativos a:

         Cuestiones estructurales: número de centros según etapas, tamaño, plantillas o ratio alumnado/profesor.

         Cuestiones económicas: presupuestos, becas, actividades extraescolares, materiales.

         Cuestiones funcionales y organizativas: papel de las AMPAS, relación inter centros, autonomía, horarios.

         Contenidos formativos: contenidos curriculares, educación en valores o educación religiosa.

         Técnicas docentes: metodologías y uso de TIC.

         Retos y conflictos: integración, multiculturalidad o abandono escolar.

         Formación de docentes: acceso a la carrera, evaluación, formación continua, etc.

         Rol de docentes: prestigio, papel en el aula,…

         Resultados del aprendizaje: evaluaciones, exámenes, rankings.

         Visión global: normativa, legislación y rol de las administraciones.

Los resultados de esta investigación ofrecen, en palabras de la FAD, una mirada general desesperanzada, sostenida sobre tres convicciones:

  1. Será insuficiente el apoyo presupuestario para la educación.
  2. No mejorará el nivel de excelencia ni la imagen de los profesionales por falta de estímulos y reconocimiento.
  3. No se logrará un pacto social y político que libere la educación de los avatares partidistas.

Entrando en mayor detalle para cada una de estas convicciones:

1. Insuficiente apoyo presupuestario: Se prevé un menor gasto público en educación, a excepción de la Formación Profesional, una menor cantidad y acceso a becas y un mayor gasto en actividades extraescolares y material escolar por parte de las familias. Esta opinión se sustenta, mayoritariamente, en los datos recogidos en diferentes investigaciones de los últimos años.

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2. Falta de reconocimiento y valoración de la labor docente: Coinciden mayoritariamente en que no aumentará el reconocimiento social de su labor y auguran desmotivación generalizada en los próximos años.

3. Pacto de estado improbable: Creen que no se logrará un Pacto de Estado por la Educación en los próximos 5 años que dote de estabilidad al sistema. Además, se piensa que no será consultada la comunidad educativa ni podrá participar de manera activa en las modificaciones de la normativa.

Sin embargo, sobre ese fondo pesimista, se detectan multitud de señales de cambio que muestran que el campo educativo está vivo, que se abren paso dinámicas transformadoras y que hay una realidad social que cuestiona, interpela y rechaza la parálisis institucional.

Así, se afirma que existirá una minoría significativa de docentes activos e implicados que serán promotores del cambio, inspiradores y estarán comprometidos con su formación, la innovación educativa, la búsqueda de nuevas fórmulas de relaciones escolares y protesta ante las insuficiencias planteadas.

Además, se prevé más participación de las familias en los centros, una apertura progresiva del centro escolar al entorno y una mayor autonomía de los centros en cuanto a las funciones del equipo directivo y la aplicación de pedagogías alternativas o experimentales.

En cuanto al currículo, se cree que será más flexible con contenidos más técnicos y una mayor importancia del bilingüismo.

En relación al papel de la Educación en Valores, se plantearán como respuesta a la preocupación por la inserción laboral, con predominancia de contenidos considerados más prácticos e instrumentales, y será cada vez más frecuente en respuesta a la demanda social (aunque será vivida como una sobrecarga para el profesorado).

Profundizando en el rol del docente, será más bien un guía o conductor de los procesos de aprendizaje de sus alumnos, con nuevas agrupaciones del alumnado e itinerarios de aprendizaje. Además, se experimentará cada vez más con formas de innovación pedagógica y con materiales educativos.

Los requisitos y exigencia de acceso a la función docente se irán endureciendo siendo cada vez más difícil estudiar y acceder por oposición pública a la misma y siendo cada vez más evaluada.

Por otro lado, en cuanto a la evaluación, el examen seguirá siendo, según este estudio, la forma de evaluación habitual, aunque se irán incorporando otros métodos (evaluación continua, por proyectos, etc.) y cobrarán mayor relevancia los rankings que evalúan a los centros, generando competitividad entre ellos. Por su parte, el Informe PISA se mantendrá como forma de valoración internacional del alumnado.

El uso de las TIC en los centros de enseñanza se prevé cada vez mayor, aunque con diferente destreza, como herramienta básica de docencia y de comunicación entre centro, alumnado, familia y comunidad educativa.

En lo que respecta a la multiculturalidad, convivencia, absentismo y abandono escolar existe mayor optimismo entre docentes y expertos, esperándose una mejora en todos estos aspectos.

tasa de abandono

A pesar de ello, el estudio plantea desafíos importantes para los docentes en cuanto a las puntuaciones en los informes internacionales de materias como matemáticas, lecturas y ciencias, absentismo y fracaso escolar, en comparación con otros países de la Unión Europea.

En cuanto al equipamiento y uso de las TIC con fines educativos por parte de los alumnos en los centros, los alumnos españoles se encuentra en buena posición respecto a la media europea.

alumnos equipados digitalmente

porcentaje de uso de nuevas tecnologias

Tras la presentación de los datos principales del estudio, abrimos un debate del que podemos extraer a modo de breve resumen las siguientes conclusiones:

–  Llama la atención que las opiniones de los profesores mostradas en el estudio, que tienen todos un conocimiento profundo del Sistema, coincidan tanto con la imagen más arraigada y estereotipada que aparece en los medios de comunicación.

   En este sentido, las grandes conclusiones del estudio se mantienen en la epidermis, sin profundizar ni cuestionar los lugares comunes del debate educativo e ignorando en cierta manera el movimiento cada vez mayor de cambio que está sucediendo dentro de los centros.

–   Los problemas del sistema educativo identificados en el estudio son los mismos desde hace años y se agrupan en tres aspectos externos a la propia acción educativa de los centros.

–   Los datos mostrados en el estudio parecen no ser un reflejo del presente y del futuro, sino algo más cercano al pasado. Actualmente hay una ola de innovación (observable en redes sociales y en jornadas de educación que no recogen estos estudios) protagonizada por profesores con unas ganas inmensas de cambiar la situación y mejorar e involucrados en metodologías innovadoras para transformar activamente la realidad de sus aulas.

 –  La proyección a corto plazo (cinco años) provoca probablemente que se utilicen datos muy coyunturales y que el escenario mostrado sea el más habitual.

  También la metodología utilizada, basada en buscar consensos, provoca que las opiniones o los temas minoritarios y probablemente más novedosos se hayan quedado por el camino y no se muestren, lo que explicaría, también, la «normalidad» de los planteamientos finales.

–   Sería conveniente completar la investigación con otras que favorezcan el planteamiento de escenarios donde se minimice la influencia de la aspectos más politizados y mediatizados.

–  En todo caso, parece claro que la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje no va a venir desde “arriba”, sino de proyectos liderados por los propios centros educativos. Las reformas educativas desde arriba no consiguen cambios positivos significativos. Los cambios están llegando desde abajo, desde los propios centros.

 Por lo que parece necesario tratar puntos en estas investigaciones que aporten una metodología abierta a las palancas reales de cambio.

   Nuestro sistema educativo está fatigado y necesita apoyo. El profesorado no para de intentar acciones para acercarse a sus alumnos. Es importante no perder de vista las necesidades básicas que muchos centros siguen teniendo.

–  En este sentido, la comunicación se revela como algo clave. Es muy importante dar a conocer las buenas prácticas que los centros educativos y profesores ya están llevando a cabo.

  A pesar del panorama negativo que se transmite, el propio estudio puede servir para señalar hacia dónde se puede ir. La autonomía de la que se habla en el estudio parece venir, sobretodo, del ámbito pedagógico. Las claves del cambio pasan por la formación del profesorado, la autonomía de los centros y la innovación pedagógica por medio de los profesores activos.

A continuación podéis disponer de la presentación completa y vídeo del encuentro:

Miguel Ángel Rodríguez Felipe, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, es subdirector de Estudios y Programas de la FAD, con experiencia en el diseño, implementación y evaluación de programas educativos y de intervención social en España, así como Europa y Centroamérica. Ha elaborado materiales didácticos para ser utilizados por mediadores, profesionales, padres y madres o jóvenes, así como colaborado en diversas investigaciones y ponencias sobre prevención de conductas de riesgo, juventud y educación.

Anna Sanmartin Ortí, doctora en Sociología, es coordinadora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD. Ha trabajado en diferentes proyectos e investigaciones que analizan aspectos de la socialización juvenil, como su relación con las nuevas tecnologías, los valores sociales, los roles de género, la participación política y los consumos de sustancias. Ha sido ponente en congresos, jornadas y cursos de formación en diferentes universidades y organizaciones. Entre sus últimas publicaciones destacan: La educación en España. El horizonte 2020 (2016) y Política e internet: Una lectura desde los jóvenes (y desde la red) (2015).

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1 Comentario

  1. Francisca Diego Olite 21 julio, 2016

    Muy interesante este artículo. La realidad de España es similar a la de otros países, sin el estudio estadístico, pero con los mismos efectos. La desvalorización del trabajo de los profesores, su agotamiento es un elemento que atenta contra su continua preparación. Considerar que la introducción de la tecnología es desarrollo en mi opinión constituye un espejismo. Muchas gracias, investigaciones como estás son muy necesarias.

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