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«La Biblioteca Escolar se configura como el espacio natural, físico y virtual, para la innovación y la creatividad.»

#CalmarEdu nº84. El espacio determina el proyecto. Todas las infraestructuras deben estar al servicio de la enseñanza-aprendizaje. Convirtamos todo el centro en biblioteca, en laboratorio, en patio. Activemos el entorno como espacio educativo.

Contexto de las Bibliotecas escolares

La IFLA/UNESCO (International Federation of Library Associations and Institutions), ya en el año 2000 destacó que “la Biblioteca Escolar proporciona información e ideas que son fundamentales para funcionar con éxito en nuestra sociedad de hoy en día, que se basa cada vez más en la información y el conocimiento. La Biblioteca Escolar ayuda a los alumnos a desarrollar destrezas de aprendizaje de carácter vitalicio, así como su imaginación, y les ayuda de esta forma a vivir como ciudadanos responsables”.

Asimismo, la Biblioteca Escolar es un entorno clave para favorecer la adquisición de las competencias básicas que, tal y como indican el propio Consejo de la UE y el Parlamento Europeo (2006), son fundamentales para la “realización y desarrollo personales, así como para la ciudadanía activa, la inclusión social y el empleo”.

La Comisión Técnica de Bibliotecas Escolares del Consejo de Cooperación Bibliotecaria (CCB), elaboró en 2011 el Marco de referencia para las Bibliotecas Escolares, que las define como “entornos educativos específicos integrados en la vida de la institución escolar. Apoyan al profesorado en el ejercicio de sus prácticas de enseñanza y facilitan al alumnado el aprendizaje de los contenidos curriculares, así como la adquisición de competencias y hábitos de lectura, en una dinámica abierta a la comunidad educativa”.

Las Bibliotecas Escolares, integradas en la vida cotidiana de la institución escolar, tienen el reto específico de favorecer la alfabetización múltiple, destacada por el Consejo de la UE en su documento del 26 de noviembre de 2012 como la “comprensión, utilización y evaluación crítica de diferentes formas de información, incluidos los textos e imágenes, escritos, impresos o en versión electrónica”.

En resumen, la Biblioteca Escolar se configura como el espacio natural, físico y virtual, para la innovación y la creatividad, la promoción de prácticas lectoras multidisciplinares y de alfabetizaciones múltiples, así como para la colaboración con otras redes bibliotecarias, convirtiéndose en actor protagonista en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Retos para el futuro:

Se trata de transformar las Bibliotecas Escolares, con el apoyo de la dirección de cada centro y de los docentes, en un nodo clave y facilitador de soporte a la actividad docente tanto en lo referente a la práctica diaria del profesorado, como al apoyo al Proyecto Educativo de Centro y el desarrollo de un modelo de aprendizaje por competencias que capacite a la ciudadanía en alfabetización múltiple: lectora, informacional y mediática.

Para ello es imprescindible poner a disposición del profesorado los recursos formativos necesarios para que puedan aprovechar el potencial de las Bibliotecas Escolares y adaptarse paulatinamente a los cambios en el estilo de enseñanza y de aprendizaje. Y en particular potenciar la creación de bibliotecas digitales aprovechando recursos propios y de otras redes (bibliotecas municipales, universitarias, especializadas en el entorno cercano, etc.) y así facilitar el acceso al conjunto de la Comunidad Educativa. El desarrollo de la cultura digital en las escuelas debe jugar un papel central en el acompañamiento de este proceso de reconfiguración de la Biblioteca Escolar en diferentes espacios. Y deben evolucionar hacia colecciones mixtas (papel / digital) con menor carga de catalogación y una facilitación de las búsquedas.

La Biblioteca Escolar tiene que desarrollar un papel central en la capacitación del alumnado para desenvolverse en la sociedad de la información: todos los alumnos han de acabar la secundaria con un nivel básico de competencia informacional y mediática, y ser ciudadanos con “criterio” y competentes para aprender de forma autónoma a lo largo de su vida frente a la enorme masa de información disponible en la sociedad de la información. Las Bibliotecas Escolares deben ser reconocidas como un espacio central para el fomento de la(s) lectura(s) crítica(s) y ser capaces de formar a futuros usuarios de bibliotecas y redes de información.

Las Bibliotecas Escolares han de ser el punto de encuentro entre alumnos, profesorado y el entorno próximo al centro, con espacios adaptados para favorecer el intercambio y la creatividad: se han de transformar los espacios físicos de las bibliotecas en laboratorios abiertos de creación (Fab Labs, Makers, etc.). Las Bibliotecas Escolares pueden jugar un papel pionero y de experimentación en el fomento de un modelo de aprendizaje cooperativo basado en proyectos, en el que los profesores y los alumnos producen, utilizan y comparten contenidos.

Deben adaptarse a una educación más deslocalizada y no sujeta a un espacio físico. La Biblioteca Escolar debe trascender más allá de su espacio físico tradicional en el centro. Debe ser abierta y ubicua articulándose a partir del propio espacio original, pero también estando presente en las aulas y virtualmente. La Biblioteca Escolar juega una importante función social de conexión con su entorno próximo y es por ello que debe aspirar a ser reconocida como un entorno abierto, útil y atractivo para las familias y la sociedad en general. Esta función de “patio de la casa” o de “plaza del pueblo” también atañe cada vez más a las bibliotecas municipales y universitarias más innovadoras.

Esta ubicuidad de las bibliotecas debe ir acompañada también por una adaptación continua a las necesidades cambiantes de los usuarios y su entorno más próximo. La irrupción de las tecnologías de la información no sólo en los procesos de enseñanza, sino también en la forma en cómo nos comunicamos, informamos e interactuamos, hace necesario un replanteamiento constante de los servicios y recursos ofrecidos desde todos los ámbitos y sectores bibliotecarios. En una sociedad en constante cambio y con nuevas pautas de acceso y de uso de la información, las bibliotecas deben atender y adaptarse continuamente a las necesidades de sus usuarios. Todas estas funciones deben tener en cuenta la necesidad de garantizar la equidad y de atender a la diversidad, nivelar desigualdades y ayudar a lograr la inclusión social de diferentes colectivos (personas con discapacidad, grupos con riesgo de exclusión, otras culturas…). Sin duda la Biblioteca Escolar, en alianza con otras bibliotecas, es una de las herramientas para garantizar la igualdad de oportunidades en el proceso educativo.

Esta capacidad de adaptación constante debe ir asociada a una tarea de promoción de prácticas que faciliten las tareas a los profesores. Adaptación y flexibilidad debe ir indisociablemente unida a la gestión eficiente, sostenible y en red de los recursos públicos. Las Bibliotecas Escolares necesitan una dedicación de profesionales o profesores formados, para que sean útiles y fáciles de usar por parte de la comunidad escolar. Es por ello que las Bibliotecas Escolares deberán configurarse como nodos interconectados con las diferentes redes bibliotecarias. Esta conexión permitirá el aprendizaje mutuo y la creación de sinergias en el uso de los recursos de las diferentes redes.

En conclusión, parece evidente la necesidad de fortalecer el posicionamiento actual y futuro de las Bibliotecas Escolares: existe una gran diversidad de características y condicionantes entre ellas (algunas han avanzado mucho, y otras no), y por eso es preciso impulsar iniciativas que garanticen un nivel mínimo básico de Biblioteca Escolar en los centros educativos.

Alfonso Stinus es un consultor experimentado, facilitador y formador, especializado en planificación estratégica y metodologías participativas en el ámbito de las organizaciones públicas, las universidades y las ciudades.

Nota: El presente post ha encontrado su inspiración principal en un proyecto realizado hace 3 años para el CNIIE y el Consejo de Cooperación Bibliotecaria (CCB) en el que participamos numerosos profesionales, docentes y bibliotecarios en su mayoría, y que fue coordinado por la Sra. Carmen Campos (LEERES).

Aquí puedes leer las 101 propuestas y otros artículos como este. Este artículo forma parte de la reflexión conjunta del proceso Calmar la Educación. Seguiremos publicando otras opiniones de personas relevantes del mundo educativo. Queremos generar un espacio de debate plural y abierto a todas las personas interesadas en la transformación educativa.
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1 Comentario

  1. Psicosaludalmeria 18 junio, 2018

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